Todo pasa por la razón. Salvo en campaña. Después se perderá en el olvido. El mismo lapsus de memoria que los votantes tenemos tras escuchar promesas imposibles que no sabemos de dónde vienen

Todo aspirante a electo promete. Pero nunca somos nosotros quienes pedimos lo que queremos. El sistema se ha quedado anticuado. Hace falta actualizar competencias y eliminar duplicidades. Ninguno lo sugiere

Es difícil ejercer de ciudadano. Votar o no votar el 28A. Y si se vota decidir a quién. Difícil tesitura. A un lado el presidente maniquí, apoyado por los neocomunistas y los separatistas; al otro, los defensores de la bandera y las tradiciones. En medio, los millones de indecisos como yo. ¿Y para qué? Si todo seguirá pudriéndose  

La semana pasada en una tertulia y off the record, alguien comentó en tono de cierta seriedad y preocupación que Mónica Oltra estaba desaparecida de la esfera pública desde el enfado por el adelanto electoral anunciado por Puig. Para tranquilidad de todos, ha vuelto y está “imparable”

Ya estamos en campaña oficial, porque la real ya la venimos padeciendo o disfrutando según se mire. Y hasta el 26 de Mayo vamos a seguir en el bucle con la segunda cita electoral de municipales, autonómicas,-menos en la Comunidad Valenciana- y europeas. El caso es que en estos momentos el partido que cuenta con más apoyos es el de “los indecisos”, nada menos que un 41,6% según el CIS

Los candidatos a las elecciones generales del próximo 28 de abril, pese a estar a unas horas del inicio oficial de la campaña electoral, llevan días ocupando la parrilla televisiva. Antaño antes de un evento importante se decía aquello de “estar en capilla”, ahora lo que interesa es estar en la parrilla, y no quemarse

Tiempo atrás se decía que los electores tenían decidido su voto antes incluso de la campaña electoral y que los mítines para los convencidos eran un clásico que no sumaban apoyos. Ahora todos los partidos políticos matarían por arrastrar votos especialmente en la última semana de campaña. Esos días ya no hay sondeos por ley y según demuestran las generales de 2015, 2016 o las recientes andaluzas, en esas fechas se resuelve y decide mucho

Lo que acaba sucediendo, ante la ausencia de propuestas económicas alternativas, detalladas y realistas, es que la población acaba creyendo que la economía es un asunto que solo sabe manejar la derecha