Mientras en Cataluña cuentan los días que faltan para el referéndum, los catalanistas valencianos —tan activos en otras épocas— se han puesto de perfil. Los históricos reconocen que el sentimiento no ha cuajado mientras los más jóvenes han dejado de incluir a los Països Catalans en sus discursos. Un cambio generacional, pero también un distanciamiento entre el catalanismo político (ya amortizado) y el cultural (más vivo que nunca)