María llegó a Valencia en 2002. Decían las vecinas de su barrio en Quito que en España se encontraban buenas ofertas de trabajo para hacer dinero. Tras conseguir un préstamo para comprar el pasaje de avión se embarcó en un nuevo reto: venir a Valencia por un par de años, trabajar mucho, ahorrar y volverse a Quito con posibilidad de conseguir una vida mejor. Han pasado 14 año y nunca volvió. Ahora ya no imagina su vida en Ecuador. No imagina su vida fuera de Valencia. María es empleada doméstica, empleada del hogar