VALÈNCIA. En un momento en el que afloran los negacionismos, el festival de artes vivas 10 Sentidos grita aquello de verde que te quiero verde para presentar su nueva edición, que llega bajo el lema ‘Naturaleza viva’, un encuentro en el que se marcan como objetivo reflexionar sobre la crisis climática a través de la cultura. Lo hacen desde el movimiento, la poesía y la belleza, pero también de la mano de la ciencia y la política, una unión que habla del poder de las artes para reflejar aquello que está sucediendo y, cómo no, para fomentar la conversación sobre un futuro que ya es presente. "Estamos viviendo tiempos convulsos, con un Trump gobernando el mundo desde un negacionismo radical. Es más necesario que nunca hablar de esta idea”, reflexiona Meritxell Barberá quien, junto a Inma García, dirige el festival, que este año se celebrará del 9 al 22 de mayo.
Esta cuestión no es nueva en el festival, pues de una manera u otra ha formado parte de su programación, aunque la decisión de ponerla en el centro en este 2025 ha llevado a sus directoras a detectar que la preocupación es más que compartida entre los artistas con los que interlocutan, independiente incluso de su país de origen. Tanto es así que ‘Naturaleza viva’ servirá como lema para dos ediciones más, convirtiéndose en una trilogía sobre el cambio climático, un tema que en este año abordan desde la urgencia y la conciencia del escenario complejo que vivimos, un mirada que busca respuestas aunque sin dejar lugar para utopías, siendo esta la tónica habitual en los productos culturales de los últimos años. "Es una situación complicada. Estamos a tiempo de revertir algunos problemas, pero la emergencia es mañana”, reflexionan.
Las artes, conectadas con la ciencia, sirven de vehículo para un 10 Sentidos que se siente especial, también porque llega con los ecos de una Dana que se mirará de manera explícita. Lo hará la compañía Taiat Dansa, liderada por las propias Barberá y García, en un proyecto que se conecta con la costa este de KwaZulu-Natal, en Sudáfrica, y realizado en colaboración con el Festival Jomba! Fue en abril de 2022 cuando el país vivió una tormenta sin precedentes que ha encontrado un triste espejo con el octubre de 2024 en València, una conexión social y artística que ha dado como resultado la pieza Flood, que se podrá ver en el Centre del Carme (CCCC), una suerte de “documental bailado” en el que dos bailarinas de ambos países exploran a través del movimiento el horror de las inundaciones.
Unos días antes de su presentación, el 9 de mayo, será el CCCC el que también acoja la inauguración del festival con una triple propuesta. Por un lado, Embolismo por Soleá, de la ambientóloga y artista Paula Bruna, un proyecto que pone “banda sonora” al cambio climático y en el que entrelaza artes visuales, ciencias biológicas y el flamenco. Esto será en el claustro gótico, mientras que en el renacentista hablarán sobre los comportamientos colectivos y las catástrofes naturales con Las estaciones ya no son de Vivaldi, que conecta la música del veneciano con la terrible Dana, una suerte de “réquiem por la Tierra” que celebra la vida y lamenta la destrucción a cargo de la Unió Musical de Picanya. El recorrido de esta inauguración también nos lleva a la Sala Refectorio, donde se presentará una instalación de Dimitris Papaioannou que invita al espectador a observar un paisaje en constante transformación.

- Flood -
Jardines y territorio
En este caso, la naturaleza se convierte en objeto de reflexión pero, también, en marco, con una programación que irá salpicando varios de los pulmones verdes de la ciudad. Entre ellos, el Jardín Botánico y el Jardín de Las Hespérides, que acogerán un doble programa en clave de danza con Taiat Dansa y Matteo Sacco. Las primeras presentan Entrée a dos, un “tríptico de pasiones” mediante el que abordan las complejidades de las relaciones de pareja, mientras que Sacco se sumerge en el desgaste emocional de la hiperconexión a través de la pieza All that pushes.
El cauce del río Turia será otro de los escenarios de 10 Sentidos, donde se presentará el proyecto Se’ns moren les plantes, una experiencia inmersiva que nos invita a explorar el paisaje desde una perspectiva inusual, transformando el entorno natural en un espacio enigmático. Viveros será otro de los marcos verdes de esta edición, un espacio que acogerá bajo título paraguas de Landscape los trabajos de las compañías Cicatrius, Atacama y Fil d’arena, tres miradas sobre el territorio que van desde la poesía del vuelo de las aves o la idea de cicatriz hasta una mirada más explícita que pone el foco en el territorio palestino. Esta última propuesta se presenta bajo el título Llars Invisibles, un “grito silencioso” contra los desplazamientos forzosos, un mensaje “fundamental”, subrayan las directoras del festival.
De lo global a lo local

- Proyecto de Jerome Bel -
En este mes de mayo la programación de 10 Sentidos salpicará toda la ciudad -hasta la red de autobuses-, un ‘menú’ que se expande por los principales escenarios de València y que ofrece distintas miradas que conectan lo global con lo local. Uno de los aliados del festival será La Rambleta, que acogerá su clausura el próximo 22 de mayo con un doble programa que supone uno de los puntos calientes de esta edición. Así, la sala presentará el trabajo del parisino Jérôme Bel, uno de los primeros artistas que puso en el centro de su creación la ecología, tanto es así que para evitar los desplazamientos contacta con artistas locales para realizar sus piezas, siendo en este caso Núria Lloansi la encargada de dar vida a la obra que llevará a cabo en València. Mientras, Sarah Baltzinger e Isaiah Wilson dejarán sin respiración al público con el dueto de danza performática Megastructure.
Otro de los proyectos a subrayar en la programación es Il Terzo Reich de Romeo Castellucci y Scott Gibbons, una instalación inmersiva en la que el espectador será actor del hecho escénico, una propuesta que frente a la contemplación que propone Papaioannou en la inauguración del festival trabaja a partir de la saturación. Entre las miradas internacionales se encuentra una conexión plural con el contexto africano con piezas como Vagabundus, de la compañía Idio Chichava, que lleva al Teatre el Musical (TEM) un proyecto que habla sobre el éxodo “silencioso” que está provocando la sequía en el corazón de África. También Portraits in red en la Sala Off, una propuesta de Wanjiru Kamuyu que habla de la tiranía de los cánones estéticos eurocentristas, su mercantilización y globalización, o la sugerente Droids de la Nature de Pisco.
Bombas Gens será uno de los nuevos aliados del festival y será sede de varios proyectos, entre los que destaca una experiencia inmersiva de la mano de la artista Virginia Roig o una propuesta en torno a las plantas del músico y performer David Orrico. Completan la programación proyectos como Nubla, en La Nau, una investigación escénica de cómo traducir la poesía visual del teatro a un público invidente; Antoñita, una mirada al flamenco desde la innovación; o Ecología efervescente, una pieza creada con un grupo de jóvenes de diferentes centros educativos de Valencia y Benetússer, una programación que se sigue creciendo con distintas propuestas de ámbito artístico y educativo y que este año tiene un mensaje muy claro: contra el negacionismo, cultura.

- The Third Reich -