VALÈNCIA. El festival valenciano Dansa València no está solo en los teatros, ni en las salas, ni siempre tiene un telón que subir. Con el motivo de expandirse, tanto en lo emocional como en lo territorial, cada año busca dar un “saltito” más hacia los nuevos espacios. Es por ello que esta edición presenta su ciclo Moviments urbans un ciclo con el que la danza viaja a espacios “no convencionales” como las plazas de la ciudad -la de la Virgen y la del Patriarca- el antiguo cauce del Turia, el Museu de Belles Arts y el Parque Central entre otros. Un paseo “coreográfico” que también tiende la mano a los municipios afectados por la Dana como Catarroja y Massanassa. Tal y como lo ha explicado la directora del festival, Maria Jose Mora, esta expansión supone un ejercicio clave para llevar la danza a los lugares que más lo necesitan y dotar a los espacios de nuevos “significados”.
“La danza viaja donde menos te la esperas y nos interesa que tanto bailarines como programadores puedan conocer nuevas caras y coincidir dentro de la Comunitat. Queremos sacar la danza y la cultura a las calles para que el sueño impulse la danza como el cuerpo empuja al pensamiento”, ha destacado Mora en la presentación de este ciclo. A esas palabras se han sumado las del concejal de Acción Cultural del Ayuntamiento de València, Jose Luis Moreno quien ha explicado que sacar la danza a la calle ayuda a generar nuevos públicos que se interesen por el festival: “El ADN de este Ayuntamiento está en fomentar la cultura en la calle y que se reinvierta el espacio ciudadano para dejar de leerlo solo como un lugar de paso. Nos interesa que se entienda que la cultura puede vivir también en la calle y que se pueda recorrer la ciudad a través del cuerpo y el movimiento”.

- Presentación de Moviments urbans -
- IVC
Con motivo de explicar este movimiento desde sus protagonistas en la presentación del programa han estado presentes también la responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Massanassa, Carmen Nacher; y la concejala de Cultura de Catarroja, Dolors Gimeno quienes han agradecido a Dansa València que les tiendan la mano en un momento de mucha incertidumbre. “Necesitamos revitalizarse tras la catástrofe y es muy importante que la cultura no tenga que significar trasladarse siempre a València. No podemos esperar a la completa reconstrucción de los espacios porque puede costarnos mucho tiempo aún y mientras tanto es importante que podamos disfrutar de nuestros espacios culturales”, ha apuntado Nacher. Por su parte Gimeno ha explicado que Dansa València les ofrece también la opción -al adaptarse al espectáculo callejero- de otear para futura programación que plantearán de cara al siguiente curso en espacios menos convencionales, ya que de momento no cuentan con la total puesta a punto de sus espacios.
“Ya estamos ultimando el convenio para formar parte del Circuit Cultural aunque tenemos que tener en cuenta que este año el 90% de nuestra programación se hará en la calle. Es importante ver piezas que puedan formar parte de nuestro programa a través de la ventana que abre el festival”. Preguntado por la adaptación del Circuit Cultural tras la Dana el director general del Institut Valencià de Cultura, Álvaro López-Jamar, ha explicado a Cuturplaza que el nuevo modelo estudiará el requisito de que los solicitantes tengan que contar con un espacio propio “como sucedía anteriormente” y que además dará un giro para asegurar que las compañías afectadas son prioritarias en la programación: “Desaparece el requisito necesario de tener un espacio propio para que el Circuit se comprenda desde un ámbito autonómico porque lo que nos interesa es actualizarlo. Lo que queremos es ampliarlo a todos los municipios aunque no tengan un teatro como tal, no es necesario para hacer proyectos de calidad. También nos interesa primar en las programaciones la contratación de grupos que se hayan visto afectados por la Dana”.
Programación
La primera jornada se desarrollará en el Museu de Belles Arts, en el Jardín del Turia y en Nau Ribes. El sábado, 5 de abril, el patio del Embajador Vich de la pinacoteca será el escenario de ‘Cuentas corrientes’, donde los artistas con raíz en la danza urbana Jessica Castellón y Boris Orihuela expondrán los límites emocionales y físicos a los que nos lleva el entorno laboral. Esa misma mañana, CocinandoDanza representarán ‘Nel mio respiro’ entre los retablos góticos de la segunda pinacoteca de España. La propuesta subraya la necesidad de conexión con la esencia de lo que nos hace estar vivos: la respiración. Se da la circunstancia de que la compañía es una de las más afectadas por la riada. Su vivienda, empresa y residencia artística está radicada en el municipio de Picanya.
La mayor parte de sus materiales de trabajo (escenografía, atrezzo, vestuario, material técnico y didáctico) quedaron inservibles al inundarse el espacio de almacenamiento, perdieron uno de sus vehículos y el local municipal en el que ensayaban sufrió grandes desperfectos. El público se trasladará a continuación al antiguo cauce del Río Turia, a la altura del puente de la Trinidad, para asistir al dueto de Kiko López & Héctor Plaza ‘Lo que los árboles no cuentan’ entre jacarandas, tipuanas y grevilleas. A través de la danza, la pareja reflexiona sobre los paralelismos entre la naturaleza y los seres humanos, destacando sus puntos en común.
La jornada del sábado se cerrará con un espectáculo para la primera infancia programado en colaboración con Teatre Escalante, Diputación de València, en Nau Ribes: ‘¿Por qué un árbol es una gallina?’, de los franceses Ma compagnie. La compañía dirigida por Marc Lacourt invita a la infancia a un espacio de juego enmarcado por pizarras negras y suelo blanco donde todo se vuelve posible: dibujar en las paredes, bailar por toda la alfombra e incluso hacer que las cosas se muevan. La formación de Burdeos realizará una segunda representación del espectáculo a la mañana siguiente.

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