VALÈNCIA (EP). El Teatre El Musical (TEM) de València acogerá el próximo 8 de noviembre una velada teatral protagonizada por dos jóvenes talentos de la dramaturgia valenciana, como son Alida Molina y Tomás Verdú.
A partir de las 20:00 horas, el público podrá disfrutar de dos obras consecutivas que, desde lenguajes escénicos distintos, comparten una misma inquietud: explorar el fracaso como motor de la creación artística. La primera pieza, "Silla Verde", escrita y dirigida por Tomás Verdú e interpretada por Nara Pérez, se adentra en el bloqueo artístico y en la búsqueda de sentido dentro del proceso creativo.
La obra cuestiona la propia construcción escénica a través de la mirada de una protagonista que duda, se frustra y se reinventa. "Silla Verde" reflexiona sobre la educación actual, las inseguridades del camino creativo y la necesidad constante de validación que acompaña a quienes se dedican al arte.
"Silla Verde nace de la duda constante que acompaña a todo proceso artístico. A veces el miedo a no llegar o a no estar a la altura se convierte en parte del propio acto creativo. Quería hacer visible esa lucha interna entre la necesidad de crear y la parálisis que provoca el perfeccionismo", explica Tomás Verdú, autor y director de la obra.
A continuación, se presentará 'Paral·lel', de Alida Molina y su compañía Teatro de los Chinos, con las interpretaciones de Alexander Lemus y la propia Molina. Esta comedia canalla y autoficcional gira en torno a una pregunta sencilla pero reveladora: ¿qué pasa con aquello que creemos que va a ocurrir y no ocurre?
La obra juega con los límites entre la verdad y la ficción, lo correcto y lo incorrecto, y construye un universo escénico tan absurdo como hipnótico, donde un coche teledirigido y dos antihéroes invitan al público a convertirse en parte activa del relato.
"Paral·lel es una comedia sobre la contradicción. Me interesa esa sensación de estar siempre intentando ser otra cosa o estar en otro lugar. El humor es mi forma de hablar del fracaso, de mirar hacia dentro sin dramatismo y con cierta ternura hacia nuestras propias torpezas", afirma Alida Molina, autora, directora e intérprete de la obra.
Ambas creaciones dialogan entre sí, compartiendo una misma premisa: convertir el error en impulso, la duda en materia teatral y el fracaso en punto de partida.