VALÈNCIA. La Sala L’Horta invita este domingo 10 de marzo a las familias a disfrutar de La Maria no té por, un espectáculo de títeres protagonizado por algunos de los seres fantásticos que pueblan las leyendas y los cuentos de la cultura popular valenciana como El Butoni, la Bruixa Pinta, l’Home del sac, El Banyetes o La Quarantamaula.

Basándose en el libro ilustrado del mismo título escrito por Francesc Gisbert y el cantautor infantil Dani Miquel, la compañía Disparatario da vida a ese rico imaginario de espantacriatures autóctonas que utilizaban nuestros abuelos para entretener a los más pequeños o inculcarles de forma lúdica normas de buen comportamiento.

La historia comienza cuando Maria va a pasar un par de semanas con su abuela Carme mientras sus padres están de viaje. Mientras le prepara una coca de calabaza, la iaia, que vive en una casa alta y estrecha que se encuentra en el barrio más antiguo de la ciudad, advierte a su nieta de los peligros de no dormirse antes de las doce de la noche. Pero la noche transcurre, y Maria llega a oír a través de la ventana las doce campanadas…

La Bruixa Pinta l’Avorrida ha apresado a un grupo de niños y niñas, y El Butoni -que es un monstruo peludo de buen corazón- le pide a la valiente Maria que le ayude a liberarlos. Debajo de la cama de El Butoni descubren la entrada a una gruta a la que se desciende a través de una escalera circular. Es el camino secreto que comunica con el mundo de la magia, donde viven todas las espantacreatures. Los dos amigos se aventuran por esta senda y se verán envueltos en muchas situaciones divertidas y absurdas en las que irán interviniendo otros curiosos personajes clásicos de la tradición oral valenciana.

La María no té por es un espectáculo dirigido a público familiar a partir de los 3 años que parte de la tradición, pero que conecta con las nuevas generaciones de forma inmediata gracias a la utilización de unos diálogos bellos y sencillos, y a la identificación con la protagonista, una niña que demuestra irreverencia frente a estos monstruos infantiles. Ella representa la curiosidad innata de los más pequeños.