VALENCIA (EP). El ecuador de la XIV edición del Festival de Talleres de Teatro Clásico de Sala Russafa, en València, llega esta semana con el estreno absoluto del 20 al 22 de junio de 'En la cocina', un montaje del texto escrito por Arnold Wesker en 1957 que se ha consagrado como obra icónica de los 'Angry Young Men', generación de autores británicos donde también se enmarcaron auténticos referentes dramáticos, como Harold Pinter o John Osborne.

Este periodo atrajo a Iria Márquez porque suponía una novedad a la hora de trabajar con el alumnado del 'Taller de Interpretación no profesional nivel avanzado' que imparte en la Acadèmia Escènica de València.

Algunos alumnos asisten a sus clases desde hace ocho años, evolucionando a su lado como intérpretes, y han alcanzado unas competencias que permiten poner en pie este tipo de montajes que los críticos bautizaron como 'kitcken sink drama' porque trasladan la acción a los espacios menos romantizados, con personajes realistas y situaciones cotidianas, ha explicado la sala en un comunicado.

Es el caso del estreno de esta semana. La trama transcurre en el interior del restaurante Marango, entre fogones, sartenes, ollas, tablas de cortar y mesas donde pinches, pasteleros y chefs preparan las comandas que los camareros hacen llegar a los clientes. Durante poco más de una hora, el mundo del trabajo y los que nunca acaparan la atención, se vuelven protagonistas.

"Es una obra coral muy interesante porque todos los personajes están en escena al mismo tiempo. Recrean el ambiente culinario mediante el vestuario y los utensilios, que van utilizando para simular que están cortando alimentos o preparando platos. Así se va generando un murmullo, un cacharreo que se toma muy pocos respiros y que se incrementa, conforme aumenta una clientela a la que nunca vemos", ha explicado la directora de escena y autora de la versión del clásico al que dan vida Berta Esparza, Alba Ferragud, Salva Furió, José Luis Gómez, Blanca Mansergas, Luis Montenegro, Isabel Ramón, Amparo Rodríguez, Carmina I. Ramírez, Víctor M. Ferrández, Mercedes Testal y Aurora Yañez.

Wesker se inspiró en sus propias vivencias como trabajador en la hostelería al escribir con veintipocos años esta pieza que se convirtió en un éxito dentro de la escena británica y que pronto salió a otros países, recibiendo en 1973 el Premio El Espectador y de la crítica en España.

La brecha que habían abierto los Angry Young Men y esta pieza en concreto era la capacidad de retratar sin acritud ni heroísmo a una clase trabajadora que, desde la trastienda de la sociedad, hacía rodar sus engranajes.

En 'En la cocina' el reto es encarnar a personas de a pie, haciendo labores sencillas, como las de cualquier profesional de la hostelería, y conseguir hacer de la vida cotidiana un espectáculo. "A nivel interpretativo es muy interesante porque nos ha permitido trabajar el naturalismo, la organicidad. No hay grandes parlamentos, lo que vemos son las cuitas y los pequeños sueños de la gente corriente. Son personas como nosotros, que se esfuerzan en lo que hacen y que están agotados. Que sufren la presión y las consecuencias físicas de jornadas extenuantes", ha descrito la directora y docente.

Una de las temáticas de la obra es la deshumanización de los entornos laborales. Algo que, igual a mediados del siglo XX que en el primer cuarto del XXI, está completamente vigente.