Teatro y danza

'Las amistades peligrosas' se actualiza en el Teatro Rialto en un presente fascinado por los villanos

alarcón&cornelles exploran poder, deseo y brecha de género en su revisión contemporánea del clásico literario

Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. En la enésima reinvención de las pasarelas, 2025 apunta maneras neorococó. Las galerías de Pinterest dan fe. La moda es un revival sin fin donde se van relevando siglos y décadas de tendencias. Todo sube, como los empolvados y extravagantes peinados piramidales de las damas de Versalles durante el siglo XVIII. Después declina y transcurrido un lapso de olvido, vuelve a despuntar. 

Pero ese regreso a la ampulosidad no ha sido el estímulo que ha llevado a la compañía valenciana alarcón&cornelles a revisitar la célebre novela epistolar Las amistades peligrosas, sino la precisión quirúrgica con la que su autor, Pierre Choderlos de Laclos, retrató en 1782 los juegos de poder y manipulación emocional de una sociedad regida por las apariencias. Las pautas de estilo vienen y van, pero la hipocresía, la desigualdad de género y la maldad se perpetúan, sostenidas en el tiempo.

Del 22 al 25 de mayo, el Teatro Rialto acoge una adaptación que dialoga con el presente y cuestiona la brecha entre mujeres y hombres y la fascinación por la maldad. 

Bajo la dirección de Jerónimo Cornelles y con la colaboración dramatúrgica de Maribel Bayona, la propuesta está protagonizada por Rebeca Valls, Rafa Alarcón, Maribel Bayona y Cristina Esteve, que dan vida a la Marquesa de Merteuil, el Vizconde de Valmont, madame de Tourvel y Cecilia Volanges, respectivamente. 

El montaje, según sus creadores, pretende ir más allá de una simple actualización del texto. “No hemos traicionado la trama en ningún momento. La hemos llevado a la esencia, la hemos resumido y adaptado a la voz de cuatro intérpretes”, afirma Cornelles.


Las amistades peligrosas narra la historia de dos aristócratas, la inteligente y manipuladora marquesa de Merteuil y el libertino vizconde de Valmont, que, desde su posición de privilegio, se entretienen jugando con los sentimientos y las vidas de quienes les rodean. De Laclos tejió la novela únicamente a través de cartas, un formato que permitió una construcción psicológica minuciosa y una intriga constante.

La propuesta escénica de alarcón&cornelles no solo condensa esta extensa red de correspondencias, sino que, según Cornelles, “intenta no juzgar desde nuestra mirada contemporánea la complejidad de unos personajes apasionantes, contradictorios y plenamente humanos”.

La acción original tiene lugar en el marco sociopolítico de los años previos a la Revolución Francesa y la burbuja en la que vivía la aristocracia. La obra se representa ahora en un contexto cultural donde los “villanos” han pasado de ser odiados a convertirse en fascinantes protagonistas de muchas ficciones. 

“No creo en absoluto en el teatro didáctico”, responde Cornelles. “Nosotros mostramos un universo sobre la escena y es el espectador el encargado de hacer (o no) su lectura y, al mismo tiempo, de señalar (o no) a los villanos de nuestra actualidad. Por supuesto que hay villanos en nuestra actualidad. De hecho, siempre ha habido y habrá villanos. Pero señalarlos resulta demasiado evidente. Para eso está el periodismo. Desde el arte hay que buscar mecanismos distintos: metáforas, imágenes, símiles…”.

 

Problemas enquistados 

 

La puesta en escena extrapola el contexto aristocrático dieciochesco a nuestra sociedad, denunciando que muchas de sus estructuras de poder siguen intactas. “Partimos de algo escrito hace mucho tiempo que, tristemente, sigue igual de enquistado hoy en día. Y eso es lo aterrador”, destaca Cornelles sobre la vigencia de este clásico de la literatura francesa más de dos siglos después de su publicación.

Lejos de proponer una versión ilustrativa o museística, el montaje se construye como un espejo deformado y afilado que resuena en el siglo XXI. En lugar de limitarse a un simple ejercicio estético, estas amistades peligrosas ahondan en cuestiones de calado actual como el consentimiento y la imagen pública.

La crítica social de Pierre Choderlos de Laclos se mantiene intacta en esta versión “a los mismos que hace siglos ya existían y hoy en día siguen existiendo. A la sociedad hipócrita que se esconde en las formas y las apariencias. A ese sector que disimula para no sufrir lo que ellos consideran una vergüenza. A esas personas donde prima más aparentar que ser”, responde el equipo cuando se les pregunta a quiénes dirigen sus dardos hoy.

 

Los zorros y las zorras, los toros y las vacas


Sobre la representación de la discriminación por sexo, los creadores arrojan varios ejemplos. “Hoy los hombres pueden presumir de sus conquistas, pero cuando lo hace una mujer no está bien visto. Hoy los hombres pueden ir sin camiseta, pero cuando lo hace una mujer, no está bien visto. Hoy en día seguimos utilizando el leguaje de manera machista, no es lo mismo decir que un hombre es un toro que una mujer una vaca. No es lo mismo decir que es un zorro que una zorra”, apunta el equipo. “El contexto de ahora es distinto al del siglo XVIII, pero la brecha sigue siendo enorme. ¿Acaso como ya no matan a mujeres solo por ser mujeres, o como matan a menos mujeres, debemos felicitarnos?”.
 

El espectáculo combina seducción, confrontación y un humor sutil que nacen de la novela original. Con esta propuesta, Las amistades peligrosas se convierte en un espejo de nuestra actualidad, donde el juego de poder, el deseo y la hipocresía social encuentran nuevos significados. 
 

La novela original inspiró a dos realizadores el mismo año, en 1989 Milos Forman estrenaba Valmont y Stephen Frears hacía otro tanto con Las amistades peligrosas. Aunque Cornelles reconoce la influencia inevitable del cine en su imaginario escénico, el equipo creativo ha apostado claramente por las posibilidades del lenguaje teatral: “Intentar competir con el lenguaje audiovisual sería un error. En el teatro hay que apostar por los juegos que solo proporciona esta disciplina”.
 

Un Gran Hermano con Andrés Lima


El montaje ha contado con el asesoramiento del director Andrés Lima, Premio Nacional de Teatro 2019, que Cornelles ha asemejado a un taller intensivo. “Fueron tres días a modo de un Gran Hermano donde probar sin temor al error todo lo que se nos ocurría. Tres días donde jugar, proponer, borrar, escribir… donde reír y trabajar mucho. Fue una experiencia transformadora. Desde el más absoluto de los respetos, recibir su visión fue un regalo de convivencia, de trabajo incansable y de aprendizaje junto a uno de los grandes de la escena nacional, donde analizamos el texto original para analizarlo y darle la vuelta como a un calcetín”.
 

En ese laboratorio escénico, los creadores se permitieron licencias formales sin miedo. “Todas. No tiene sentido no hacerlo. Podemos equivocarnos o no, pero lo que no tiene sentido es jugar a medio gas. Cuando haces una versión creo que tienes la obligación de plasmar tu punto de vista”.

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo