VALÈNCIA (EP). Técnicos de El Palmar y del Oceanogràfic de València han salvado 1.300 almejas de agua dulce en peligro de extinción tras la Dana del pasado noviembre, que ha causado pérdidas en varios ecosistemas acuáticos de la Comunitat Valenciana, como la acequia Madre de Real que quedó destruida a causa del desbordamiento del río Magro.
Este canal, de cerca de medio kilómetro, albergaba una importante población de dos almejas de agua dulce, conocidas localmente como 'petxinots'. Se trata de especies autóctonas que desempeñan un "papel vital" en la salud de los ríos y están catalogadas "en peligro de extinción" por el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas.
Ante esta situación, los técnicos del Centro Acuícola de El Palmar dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente, en colaboración con el Oceanogràfic de València, han rescatado a más de 1.300 ejemplares. Durante el proceso, se constató que la acequia es un "punto activo" de reproducción de dos de las tres especies de 'petxinots' que habitan en la Comunitat: Unio mancus y Potomida littoralis.
Las también llamadas náyades, al ser bivalvos filtradores, contribuyen a la eliminación de impurezas del agua y mantienen así la calidad del ecosistema acuático. Además, su presencia en los ríos actúa como un indicador natural de la salud de estos entornos.
Sin embargo, su declive poblacional ha sido "constante" en los últimos años debido a la pérdida de hábitats, principalmente por la contaminación y los efectos del cambio climático. Por otro lado, estas especies han encontrado refugio en muchas de las infraestructuras de regadío del territorio valenciano, de manera que un manejo adecuado de las mismas es "primordial" para fomentar la conservación de estas depuradoras naturales.
Gracias a la presencia de instalaciones adecuadas para el mantenimiento de especies acuáticas en el Oceanogràfic, los 'petxinots' rescatados se trasladaron al acuario, donde permanecen en un entorno "controlado" que simula su hábitat natural y con las "condiciones óptimas" de agua dulce para su recuperación, análisis y estudio.
En el proceso de seguimiento de los animales, los técnicos han marcado más de 500 almejas, asignándoles un código único y registrando sus datos biométricos (longitud, anchura y altura). Hasta la fecha, se han llevado a cabo dos sueltas en diferentes zonas fluviales previamente evaluadas como seguras.
En estas áreas se continuará realizando un seguimiento para medir el éxito del rescate, con especial atención en el crecimiento de los ejemplares y en la posible aparición de nuevos juveniles.
El descenso poblacional de las almejas de agua dulce no es un problema único de la Comunitat Valenciana. A nivel internacional, numerosos equipos de investigación están trabajando en la protección de estas especies, catalogadas como vulnerables en Europa según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
Con el objetivo de ayudar a frenar este declive, el Oceanogràfic (CACSA - GVA) y la Conselleria de Medio Ambiente trabajan desde hace tres años en un proyecto conjunto centrado en el desarrollo de técnicas de reproducción en medio controlado, el mantenimiento de juveniles y su reintroducción en el medio natural.
La protección de estas especies es "fundamental para preservar la biodiversidad fluvial y garantizar la estabilidad de los ecosistemas acuáticos a largo plazo". Con este proyecto, "se busca proteger la especie y aumentar el conocimiento sobre su reproducción y las condiciones óptimas para su supervivencia".