MADRID (EP). La socimi especializada en pisos de alquiler de Sareb, Témpore, ha comenzado a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) este martes, con el fin de ser "un actor importante" en el reordenamiento de activos inmobiliarios en España y ayudar al 'banco malo' a liquidar una parte de su cartera de viviendas "maximizando su valor", según aseguró el consejero delegado de la firma, Nicolás Díaz Saldaña, en el tradicional toque de campana de la Bolsa de Madrid.
Para Saldaña, la salida a Bolsa es un proyecto "totalmente apasionante", aunque aseguró no ser una tarea fácil. Con un total de 1.583 viviendas ubicadas principalmente en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, con una media de 93 metros cuadrados y dos habitaciones, la socimi espera triplicar el actual parque de viviendas valorado actualmente en 152,7 millones de euros.
Pese a que el proyecto de salir a Bolsa nace sin ningún tipo de deuda, Saldaña no descartó un futuro apalancamiento, siempre y cuando no supere el 40%, aunque también aseguró que ahora mismo hay "mano de obra suficiente" para buscar financiación. Además, Témpore no se limitará a comprar activos a la cartera de la Sareb, sino que, tal y como confirmó su consejero delegado, estarán abiertos a adquirir otras carteras a través de intercambio de sociedades o, incluso "si conviene", comprar alguna socimi para aportar volumen y crecimiento.
Mediante esta estrategia de ampliación de la actividad, atrayendo tanto inversores españoles como extranjeros, Témpore prevé saltar en un periodo de tres años al Mercado Continuo, con el fin de "ser una referencia y un actor en el futuro, acompañar a esta industria hacia su consolidación y convertirlo en una alternativa a la inversión", mejorando la rentabilidad para los inversores.
Por su parte, el presidente de la entidad, Jaime Echegoyen, recalcó el mandato que tiene Témpore de liquidar todos los activos que han ido adquiriendo, una tarea que llevarán a cabo a través de la salida a Bolsa, lo que supone "una alternativa para lograr una ágil desinversión de estos activos".
Una hora después de su estreno bursátil, sobre la una del mediodía, la nueva cotizada subía un 4,81%, hasta los 10,9 euros por acción, desde los 10,4 euros por título en los que estaba valorada la compañía antes del toque de campana, una valoración que suponía 152,7 millones de euros.