Foto: KIKE TABERNER.VALÈNCIA. "Solicitamos la paralización del proceso de adjudicación [de la peatonalización de la Plaza de la Reina] hasta que se resuelva nuestro recurso". Así lo anunció este lunes en su página de Facebook el arquitecto Íñigo Magro de Orbe. Si el proyecto llevaba ya retraso, ahora más. Magro de Orbe formaba junto a Miguel del Rey y Antonio Gallud parte del equipo que diseñó el proyecto mejor valorado por el Ayuntamiento de València. Miguel del Rey ya había ganado el concurso por el mismo proyecto en 1999, y el Ayuntamiento aceptó su propuesta en 2000.
Ahora, 17 años después, junto a Magro de Orbe y Gallud habían ganado la repetición-actualización del concurso. Todo parecía en orden pero la sorpresa llegó cuando una parte de la Unión Temporal de Empresas, que garantizaba la solvencia económica, entró en concurso de acreedores. Para el Ayuntamiento ésa era una de las prohibiciones dentro de la ley para contratar. Así pues, el ganador fue apartado del concurso, el Ayuntamiento anuló la adjudicación y se acudió al segundo, un proyecto que impulsan los arquitectos José María Tomás, Antonio Escario, Auraval Ingenieros y María Antonia Izquierdo.
Con todo, uno de los argumentos del equipo ganador es que si el Ayuntamiento de València hubiera cumplido los plazos y no hubiera tardado meses en resolver el concurso de La Reina, la empresa que entró en concurso de acreedores no lo hubiera hecho. Desde su muro de Facebook, Magro de Orbe se lamentaba "sobre todo" de lo que denominaba "la falta de voluntad política para resolver este problema que, en gran medida, se ha producido por el incumplimiento de los plazos impuestos por la propia Administración. Un autentico despropósito...", concluía.
Desde el Ayuntamiento de València el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, aseguraba que el recurso, presentado este lunes, ha sido visto con "normalidad" y que se resolverá lo antes posible. "No podemos avanzar más. Los servicios jurídicos lo estudiarán y resolverán", afirmaba Campillo a Valencia Plaza. Una resolución que, lógicamente, conllevará su tiempo y que hará casi imposible que la peatonalización de la Plaza de la Reina esté concluida antes del final de la legislatura.
