VALÈNCIA. Tercera Setmana quiere crecer. El festival de artes escénicas de València, Alicante y Castelló ha presentado la programación de la que será su cuarta edición, que tendrá lugar entre el 6 y el 15 de junio, una cita que mantiene la estructura de la de 2018, en la que se convirtió en un evento autonómico, y que quiere fijar los deseos para el futuro inmediato de un proyecto que ambiciona ser el gran festival de artes escénicas de la Comunitat Valenciana. El evento aterriza con una programación que ocupará principalmente espacios públicos, además de las salas de teatro, y que se compone en su mayoría de producciones nacionales, una cita que pone el foco en los debates sociales con la defensa de la libertad de expresión por bandera.
“Cuesta mucho llegar a la cuarta edición”, explicó la presidenta de la Asociación Valenciana de Empresas de Teatro y Circo (Avetid), MªÁngeles Fayos, durante su intervención, en la que tuvo también un mensaje para aquellos que llegan… y aquellos que se van: “Aquí hay mucho talento. Ya no quiero impulso, quiero sostenibilidad […] Las empresas privadas de la cultura siguen siendo deficitarias”. Fayos pronunció la palabra clave de la jornada de presentación, una ‘sostenibilidad’ que pasa por un proyecto largoplacista que depende en gran medida del apoyo de la administración pública.
Con un presupuesto aproximado de 270.000 euros –en gran medida de las arcas públicas- los directores del festival, Tomás Ibáñez y Paco Macià, apuntan a la necesidad de plantear un proyecto con la vista fijada en los próximos tres años, para poder impulsar así la internacionalización de artistas locales y para poder generar relaciones más estables con otros festivales y centros de producción. Preguntados por los puentes generados con otros países, los directores del festival explicaron que, a causa de la situación política en Chile, se trabaja con “cierta distancia” con el festival Santiago Off, con quienes firmaron un convenio de colaboración el pasado año. Del mismo modo, apuntaron que la falta de una planificación a largo plazo complica generar proyectos con otros festivales fuera de España, aunque “sabemos cuáles pueden ser nuestros amigos”, apuntaron.
Con 43 funciones, 26 compañías y 11 actividades paralelas (la dosis de datos de cada festival), esta cuarta edición suma varios estrenos: All&Oli-The sense of life, un happening de calle sobre la búsqueda de la receta de la felicidad; Wonders, que parte de la necesidad de cuestionarnos aquello que nos rodea; el espectáculo de danza Las alegrías, de Paula Quintana; el site-specific Le Grand Tour; el espectáculo de música en directo y circo Sophie o la producción Rashid y Gabriel. La presentación del festival también contó, entre otros, con la participación del secretario autonómico de Cultura, Albert Girona; la directora general de Infancia y Adolescencia, Rosa Molero; y el secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, quien recuperó parte de su discurso en la presentación de Tercera Setmana de 2016, en el que puso como guinda una frase de la película de animación Ratatouille -“lo nuevo necesita amigos”-, en referencia a la colaboración de distintas instituciones.
Bajo el lema ‘Exprésate’, esta cuarta edición pone su eje temático en la libertad de expresión –o falta de ella-, una libertad que “en los tiempos que corren es frágil”, explicaron sus directores. “El teatro, la danza, el circo y la música buscan reflejar los miedos e inseguridades de su sociedad y sugerir, en la medida que sea posible, propuestas para evolucionar como personas, como colectivos y como país; con las artes escénicas como potentes generador de emociones, por lo que pedimos que os expreséis”, explicó Macià. Con la intención de confeccionar una programación con “mirada crítica”, lo cierto es que Tercera Setmana ha tejido un calendario salpicado por temáticas de carácter social y fuertemente vinculadas a la actualidad. Desde el papel de Europa, la libertad sexual o el debate en torno a la eutanasia. Todo tiene su espacio en un festival que se ha puesto como objetivo convertirse en espejo de los deseos, reflexiones y fricciones de una sociedad que todavía está en proceso de construcción. Estas son algunas de las piezas que dan forma al nuevo Tercera Setmana:
Libertad sexual
El dramaturgo Adrià Novella nos plantea una pregunta: ¿qué pasaría si un niño quisiera llevar falda? La pieza El xiquet que volia una falda escocesa, que se podrá ver el 11 de junio en la Sala off, propone un viaje hacia la aceptación, una obra que defiende la importancia de ser uno mismo y que le valió a Novella el premio Escalante de Teatre Infantil. También la representación de la sexualidad es uno de los pilares de El bramido de Düssedorf, una pieza que se centra en la muerte del padre de un autor teatral y que, de manera colateral, también plantea cuestiones sobre la búsqueda de Dios o los límites del arte.
Turistificación
Entre los estrenos de esta edición, Tercera Setmana suma Le Grand Tour, una pieza que invita a descubrir la esencia del turismo, entendida como un producto de consumo. En pleno debate sobre pisos turísticos, masificación y respeto al patrimonio y vida de los vecinos, la compañía Onírica Teatre propone una experiencia turística conceptual. En tanto que turista, el público será citado a través del móvil en una localización de la ciudad de València, donde se encontrarán con el creador Jesús Nieto, que, tapando los ojos de los participantes, les hará descubrir –o redescubrir- la ciudad a través del tacto o el olfato.
Ni michismi ni fiminismi
La producción de Escandall Teatral, XX, plantea tres acciones performativas a cargo de la actriz Paula Escamilla es las que reflexiona sobre algunos aspectos micromachistas que se dan en la sociedad patriarcal, una respuesta a todos aquellos del: Ni michismi ni fiminismi.
Money, money, money
El artista noruego John Fisherman recala en València y Castelló con la performance #MoneyForFree, una intervención urbana político-poética que busca remover los cimientos del orden público a través de una reflexión sobre la sociedad capitalista y el culto al dinero. A partir de la obra de Joseph Conrad, El corazón de las tinieblas también pone sobre las tablas las paradojas del capitalismo occidental, a través del genocidio protagonizado por los agentes de Leopoldo II de Bélgica. También el consumo, poder y estatus serán los ejes centrales de The Wolves, un espectáculo de teatro de calle convertirá la plaza de la Virgen en una auténtica jungla urbana.
Muerte digna
Con Celebraré mi muerte, una producción de Teatro del Barrio, Tercera Setmana pone el foco en uno de los debates que ha vuelto a ocupar un gran espacio mediático: la eutanasia. La detención el pasad mes de abril de Ángel Hernández tras ayudar a morir a su mujer, con esclerosis múltiple, puso de nuevo encima de la mesa la regulación del derecho a morir, una cuestión que viene a València y Alicante con Celebraré mi muerte. En la obra el doctor Marcos Hourmann cuenta con su propia voz el caso que cambió su vida, siendo el único médico en España acusado de homicidio por facilitar una muerte digna a una paciente tras los ruegos de esta y de su hija. Denunciado por el hospital –no por la familia-, Hourmann se somete ahora al juicio del público.
Migraciones
Dirigida por Marciej Jercy, con guion de Paco Pascual, Buenas noches, Europa incide en las migraciones forzadas por la guerra, la historia de aquellos inmigrantes que se ven obligados a jugarse la vida en el mar para encontrar un mejor destino, un ‘sueño europeo’ en el que no todo es oro. Por su parte, Tercera Setmana también pone el foco en los prejuicios, en este caso sobre el mundo árabe, en Rashid y Gabriel, que se estrena en el festival. Por su parte, la pieza Peepbox350º plantea una fotografía a través de la danza de la llamada “nueva resistencia”, de aquellos jóvenes de países del tercer mundo que se unen para desafiar al poder establecido. La obra, explican sus impulsores, no busca hacer apología de la violencia ni ser una declaración o posicionamiento político, sino plasmar la poética que emana de estos jóvenes.