MADRID (EFE). El Tesoro Público español ha celebrado este jueves la segunda puja de julio y en ella ha colocado entre los inversores 5.200 millones de euros en cuatro denominaciones de obligaciones que, en todos los casos, han salido a un mayor interés, lo que supone un mayor coste para el Estado.
De las cuatro denominaciones de deuda subastadas, el mayor importe colocado ha sido en obligaciones a diez años, de las que el Tesoro ha vendido 2.263 millones de euros, a un interés marginal del 2,468 %, superior al 2,067 % previo. Por otro lado, se han adjudicado otros 1.293 millones de euros en obligaciones a treinta años, cuyo rendimiento ha alcanzado el 3,217 %, también muy superior al 2,302 % anterior.
El Tesoro también ha subastado hoy otras obligaciones a quince años, que tienen una vida residual de cuatro años y un mes, de las que ha colocado 1.174 millones de euros. El interés aplicado ha sido del 1,327 %, frente al 1,202 % previo.
Por último, España ha adjudicado 470 millones en unas obligaciones a quince años indexadas a la inflación (vida residual de ocho años y cinco meses), cuyo interés ha pasado de negativo (-1,311 %) a positivo (0,020 %). En total, se han vendido esos 5.200 millones de euros en deuda, aunque la demanda por parte del mercado ha rozado los 9.390 millones de euros. Así, la ratio de la puja -diferencia entre lo solicitado y lo que finalmente se ha colocado- ha sido de 1,8 veces.
La subasta de hoy ha sido la segunda que ha celebrado esta semana el Tesoro, ya que el martes vendió otros 5.333 millones de euros en letras a seis y doce meses y, en el caso de las primeras, España volvió a pagar por ellas por primera vez desde septiembre de 2015, ya que el interés marginal pasó de ser negativo a positivo.
