MADRID (EP). El Tesoro Público ha colocado este jueves 5.253,89 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones, algo por debajo del rango medio previsto, y lo ha hecho cobrando más a los inversores a tres años pero ofreciendo una rentabilidad algo superior en el título a diez años, según informó este jueves el Banco de España. La demanda de las tres referencias subastadas ha superado ampliamente los 11.600 millones de euros, más del doble de lo finalmente adjudicado en los mercados, por lo que se mantiene el interés de los inversores por los títulos españoles de deuda pública.
En concreto, el Tesoro ha colocado 1.788,20 millones de euros en el bono a tres años, frente a unas peticiones por 4.478 millones de euros, y el interés marginal se ha colocado en el -0,407%, más negativo que el -0,388% de la subasta del pasado 18 de marzo.
En la obligación a 10 años, con una vida residual de seis años, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado 1.238,40 millones de euros, también por debajo de los más de 2.800 millones solicitados por los inversores, y la rentabilidad marginal ofrecida ha sido del -0,125%.
Por último, en la subasta de la otra obligación a 10 años, con vencimiento en 2031, el Tesoro ha adjudicado 2.27,29 millones, frente a una demanda de 4.267 millones, y ha ofrecido un interés marginal del 0,375%, superior al 0,362% de la misma referencia el pasado 4 de marzo.
Con la subasta de este jueves, el Tesoro cierra las emisiones del mes de abril y no volverá a los mercados hasta mayo, cuando realizará cuatro emisiones más, dos de letras los días 4 y 11, y otras dos de bonos y obligaciones los días 6 y 20 de mayo.
La Estrategia de Financiación del Tesoro para 2021 contempla una emisión neta de 100.000 millones, un 9% menos respecto a los 109.922 millones con los que cerró 2020, mientras que la emisión bruta se situará en el récord de 289.138 millones, un 4,4% más respecto los 277.059 millones del año pasado, debido a que, aunque el déficit bajará este año, el nivel de deuda acumulada obliga a refinanciar más vencimientos cada año.