VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ha iniciado los trámites para la puesta en marcha de un vehículo de inversión en startups en fase seed que permita arraigar a la ciudad proyectos contra el cambio climático. Así lo anunciaba hace unas semanas el alcalde de València, Joan Ribó, en el debate de Estado de la ciudad. Un proyecto que lidera Las Naves y que ha confeccionado con la ayuda de la consultora SpeedOut.
El espacio ya cuenta con el Col.lab, una aceleradora para compañías de triple impacto en fases iniciales. Sin embargo, tras tres años al frente del complejo de innovación, su gerente Marta Chillarón y el subdirector técnico David Rosa se dieron cuenta de la necesidad de financiación para arraigar los proyectos con pilotos a la ciudad de València.
"El valor del Col.lab en las fases iniciales de idea y de aceleración es muy apreciado por los emprendedores, pero en los momentos que la startup necesita escalar, nuestro programa se queda algo corto y su necesidad principal es estar en el mercado, tener su primer cliente de referencia", señala Rosa. "Nos dimos cuenta de que las startups podían ser proveedoras de productos y servicios al ayuntamiento, pero cuando querían ponerlo en marcha no podíamos acompañarlas a nivel económico".
Valoraron modelos de matchfunding y modelos directamente de cooperación público-privada como Invierte. Finalmente, optaron por crear un vehículo en el que canalizar un millón de euros públicos y 2,5 millones de inversión privada, lo que sumaría un total de 3,5 millones de euros. De éstos 2,5 millones de inversión privada - para el que próximamente saldrá a concurso la gestión del vehículo y la captación de fondos- alrededor de un millón llegará de las grandes contratas del Ayuntamiento de València. Todas éstas tienen un apartado de su presupuesto dedicado a mejoras y quieren que éstas las hagan las startups. Mientras, el resto de la aportación privada está pensada para la entrada de fondos especializados en clima y transición energética.
A partir de ahí, los sectores en los que se invertirá estarán dedicados al cambio climático y englobarán temáticas como la movilidad, transporte, energía, industria, renaturalización, biodiversidad, vivienda, edificios, urbanismo y hábitat. Las compañías a invertir estarán en el rango de valoración de entre uno y dos millones y la aportación municipal no superará un 10% del máximo de la ronda. Mientras, el ticket oscilará entre los 100.000 y los 200.000 euros.
El plazo máximo de desinversión es de tres años, que se pueden alargan hasta cinco. También se reservan la posibilidad de reinvertir en el caso de que la compañía avance a una ronda de serie A, en la que el importe podría llegar a los 700.000 euros. El primer año, según señala Rosa, esperan entrar en una docena de compañías, que en años posteriores esperan elevar a 15.
La intención de la dirección es no tener más de 20 invertidas simultáneas y que, los posibles beneficios por la venta de las participaciones, terminen reinvertidos en el propio vehículo. "Queremos que la compañía se quede anclada a València, que despegue y luego nos retiramos", señala el subdirector técnico de Las Naves.
Para invertir en las compañías, como se apuntaba, los pilotos deben desarrollarse en la ciudad, ya sea entorno urbano o metropolitano, con el fin de que los servicios municipales puedan ver cómo funciona. A partir de ahí, éstos valorarán la idoneidad para implantar el producto de forma sostenida en el tiempo si le encaja a la compañía.
De Rosa recuerda casos como el de Esus Mobility, que realizó su primer piloto de patinetes de reparto en la Marina de València pero que fabricaron sus prototipos en Madrid. También menciona otras compañías como Green Urban Data o Fibsen, que probaron inicialmente sus desarrollos fuera. "Valencia tiene la aspiración de convertirse en una ciudad neutra en emisiones en 2030 y aquí, el vehículo inversor, servirá para canalizar las inversiones hacia proyectos dirigidos esta misión, a la vez que para atraer y fidelizar el talento y asimismo conseguir el anclaje de éstos la región", destaca.
