VALÈNCIA. El MuVIM, Museu Valencià de Il·lustració i de la Modernitat, presenta una de las mayores muestras jamás realizada con dibujos originales de la Segunda Guerra Mundial. El museo de la Diputació de València expondrá en la Sala Baja, hasta el 16 de febrero de 2025, la exposición Tinta contra Hitler. Mario Armengol, caricaturista en la II Guerra Mundial, una muestra de alcance internacional dedicada a las caricaturas originales inéditas que, encargadas por el gobierno británico de Winston Churchill, fueron dibujadas entre 1941 y 1945 por el propio Armengol (San Juan de las Abadesas, 1909 - Nottingham, 1995).
El diputado de Cultura, Paco Teruel, ha destacado el trabajo de los comisarios, el periodista y cronista de guerra Plàcid Garcia-Planas y el historiador y profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona Arnau Gonzàlez i Vilalta, y la implicación de la familia del artista. “Es la primera vez que se expone una parte tan importante de la obra original de Mario Armengol, el único ciudadano español que trabajó masivamente en la propaganda de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial”. La muestra, como asevera también el diputado, es excepcional “dada la dificultad de localizar piezas originales de caricaturas preparadas para la prensa, que difícilmente sobreviven en su formato original”. En la misma línea se ha expresado el director del MuVIM, Rafa Company, quien ha agradecido a la familia que haya preservado el legado de Armengol “con una conciencia patrimonial muy digna de elogio”.
El director del MuVIM ha glosado la figura de Mario Armengol definiéndolo como un soldado que, “armado primero de fusil y después de tinta”, puso todo su talento e ingenio “en el lado correcto de la Segunda Guerra Mundial” y dejó para la posteridad “muchos retratos de Adolf Hitler, de aquel dirigente repleto de odio que sedujo a la propia sociedad hasta la degradación colectiva”. En el mismo sentido, dos portavoces familiares, Gil Armengol i Gasull y Lindah Kiddey, han leído sendas declaraciones sobre la figura de Mario Armengol e, igualmente, han agradecido al museo y a la Diputación la realización de la muestra.
En opinión de los comisarios, “los 150 dibujos exhibidos son un auténtico tesoro de la historia europea y mundial, llenos de reflexiones que, ochenta años después, todavía son actuales”. “Se trata de caricaturas que nos hablan de todos los grandes temas y frentes bélicos, convirtiéndose en un gran friso de la mayor conflagración que el mundo ha vivido”, explican.
Unas piezas dibujadas para “combatir el innegable poder de atracción de la esvástica como símbolo del nazismo”, y cuyo estilo muchas veces se avanza estéticamente a su época y acerca la ejecutoria de Armengol a las estéticas del cómic de años posteriores. En cualquier caso, sus caricaturas respiran “una tensión humana y política que nos interpelan hoy en día sobre los límites del humor”, subrayan García-Planas y Gonzàlez..
Los visitantes de la exposición del MuVIM serán los primeros en contemplar de forma extensa la calidad de los dibujos de Mario Armengol producidos para el Ministerio de Información británico (MOI), y en unas dimensiones mucho mayores que las que vieron los lectores de la prensa mundial que ―de América a Oceanía― siguieron su obra antes de que la paz la hiciera caer en el olvido.
El jefe de Exposiciones del MuVIM, Amador Griñó, ha puesto de relieve que Armengol es un dibujante y diseñador que “desde la exposición de Valencia deja de ser un desconocido en nuestras latitudes, o prácticamente un desconocido para el gran público, para volver a entrar en la historia gráfica española y europea con una excelente exposición y un extenso catálogo que, gracias a la labor de investigación y reflexión de los comisarios, no sólo muestra los dibujos sino que los analiza y disecciona de forma precisa”.
La exposición se organiza temáticamente con propósito pedagógico y se enriquece con una pequeña muestra de monedas que llevaban en el bolsillo los soldados que sufrieron aquella guerra: una aportación que se adentra en la difusión masiva de símbolos que las caricaturas exhibidas querían destruir o defender.