Las turbulencias en los mercados mundiales de renta fija se calmaron un poco tras conocerse los datos de inflación de EEUU y Reino Unido. La inflación mundial sigue siendo, en general, más alta de lo que les gustaría a los bancos centrales, pero por ahora no hay indicios de que haya retomado una tendencia alcista. Las actas de las reuniones de diciembre del BCE confirmaron que se avecinan nuevos recortes de tipos, pero también sugirieron que no estamos muy lejos del tope. Por ahora, el 2,5% parece ser un suelo psicológicamente importante en el tipo a un año.
Ahora esperamos la publicación de los índices PMI de actividad empresarial en la Eurozona el próximo viernes. Se trata del indicador más actualizado del crecimiento económico de la zona, y las cifras anteriores coincidían con una situación de casi estancamiento. Esperamos ver una modesta mejora, lo que confirmaría que será difícil que los tipos Euribor bajen mucho más de los niveles actuales.