Toni Cantó lo tiene claro: hay que activar la Comisión Anticorrupción del Congreso

MADRID (EP). El presidente de la Comisión de Calidad Democrática contra la Corrupción y de Reformas Institucionales y Legales, el diputado de Ciudadanos, Toni Cantó, está dispuesto a activar este órgano que, pese a llevar dos meses constituido, aún no ha empezado a trabajar por la falta de acuerdo entre los grupos parlamentarios.

El órgano 'estrella' del Congreso en materia de anticorrupción, se creó a finales de septiembre y desde entonces los partidos han sido incapaces de consensuar cuáles son los primeros temas que se deben analizar.

El método de trabajo y los asuntos han tratar han sido debatidos en varias reuniones de los miembros de la Mesa y los portavoces de la comisión, pero es de la pocas que aún no ha celebrado su primera convocatoria para discutir iniciativas o recibir a comparecientes.

Con este panorama, el presidente de la Comisión tiene decidido poner fecha a una primera reunión de este órgano para empezar a trabajar e incluso está dispuesto a reconsiderar el plan inicial que se había puesto sobre la mesa, según han explicado fuentes parlamentarias a Europa Press.

Inicialmente se había acordado que la comisión, que no tiene carácter legislativo, funcione mediante subcomisiones (grupos de trabajo a puerta cerrada donde comparecen expertos para ilustrar a los diputados sobre distintos temas y que después elevan sus conclusiones al Pleno).

Sin embargo, ante la proliferación de peticiones para crear subcomisiones en otras áreas, el Congreso se ha visto obligado a poner orden y, entre las ocho que los grupos han decidido activar en primer lugar, no hay ninguna de las que habría de crearse en la Comisión de Calidad Democrática.

Por eso, algunos grupos asumen que se van a ver abocados a revisar sus planes y Cantó contempla incluso renunciar a las subcomisiones y empezar a citar en la propia comisión a los expertos que pretendían recibir bajo el otro formato.

Y todo esto unido a que aún no han sido capaces de establecer cuáles son los primeros asuntos que tienen que abordar. En principio, había un acuerdo para que la primera subcomisión que querían poner en marcha se ocupara de tres temas: contratación pública, protección de los denunciantes de corrupción y creación de un observatorio preventivo de esta lacra.

Financiación de partidos

Pero la semana pasada el Consejo de Ministros aprobó sendos proyectos de ley para trasponer dos directivas europeas sobre contratación pública que se van a tener que tramitar en la Cámara. Eso llevó a Cantó a sondear a los grupos, con la idea de orillar ese asunto y sustituirlo por otro.

Todos se mostraron de acuerdo en dejar ese tema a un lado, pero surgieron discrepancias sobre qué otro tema debía incluirse en esa primera subcomisión. Así, mientras PP y Ciudadanos propusieron abrir el debate sobre la financiación de los partidos políticos, el PSOE, Unidos Podemos y los grupos minoritarios apostaron por centrarse en revisar el sistema de nombramientos de los órganos reguladores y constitucionales.

El desacuerdo se evidenció el pasado jueves en la reunión, ya de carácter formal, celebrada por la Mesa y los portavoces de la comisión, donde, lejos de registrarse avances, se retrocedió y quedaron abiertos todos los temas.

Y es que, PP y Ciudadanos dieron atrás y han defendieron retomar el asunto de los contratos públicos, mientras que el resto insistió n que habría que centrarse en lo relativo a los órganos cuyos miembros con elegidos por el Parlamento (Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, Consejo General del Poder Judicial, la Junta Electoral Central y RTVE) o al menos tienen que pasar un examen parlamentario (fiscal general del Estado, CNMV, Comisión de la Competencia, Agencia de Protección de Datos y Consejo de la Transparencia, entre otros).

Así, si continúa el bloqueo, Cantó tiene previsto someter el asunto a votación en una reunión de la comisión prevista para la penúltima semana de diciembre. Si todos mantienen sus posturas y no se logra antes un acuerdo, el PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV y la antigua Convergència sumarían mayoría para imponer su criterio.