VALÈNCIA (EP). La síndica del PSPV en Les Corts y exconcejala de Ontinyent, Rebeca Torró, ha descartado valorar el cambio de posición de Ens Uneix, al no apoyar a su partido para formar gobierno en la Diputación de Valencia, pero ha asegurado que espera que "el sentido común impere y el próximo presidente sea socialista" en la corporación provincial.
Así ha valorado el giro que dio este jueves el partido del alcalde de Ontinyent y expresidente de la Diputación con el PSPV, Jorge Rodríguez, al anunciar que no apoyará a los candidatos 'popular' y socialista a presidir la corporación, Vicente Mompó y Carlos Fernández Bielsa, y que votará por su aspiarante, Natàlia Enguix. Ens Uneix tiene la 'llave' para decantar el próximo ejecutivo al bloque PSPV-Compromís o al de PP-Vox.
Torró, a preguntas de los periodistas en Les Corts, ha insistido en que no quiere hacer "ningún tipo de valoración" sobre las afirmaciones que lanzó Rodríguez porque están "en el marco de la negociación" para la formación de gobierno. "Y no me compete valorarlo", ha añadido.
Respecto a si contempla que el PSPV apoye a la candidata propuesta por Ens Uneix, como pidió Rodríguez, ha subrayado que "claramente" espera que "el próximo presidente de la Diputación sea socialista".
Y sobre si contemplaría que el PSPV propusiera un candidato que no fuera Bielsa, ante la posibilidad de que obtuviera el respaldo de Ens Uneix, ha señalado que "obviamente, Carlos Fernández Bielsa está al frente de la negociación" y eso "lo tendrá que manifestar quien lo tiene que manifestar".
La también consellera en funciones no ha querido contestar a las acusaciones que vertió este jueves Rodríguez hacia el 'president' de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, y otros responsables del partido por maltratarle y no pedirle disculpas al expulsarle de las filas socialistas cuando fue detenido por el caso Alquería, ahora que ha quedado absuelto.
Tampoco se ha pronunciado sobre las críticas de Rodríguez hacia ella, afirmando que ha pasado de ser su "mano derecha" a la que "más rentabilidad" ha sacado, como síndica socialista, tras el "abandonar el barco" a partir del caso Alquería, en el que se investigaron contrataciones presuntamente irregulares de altos directivos en la empresa pública Divalterra para favorecer a personas afines del PSPV y Compromís.