VALÈNCIA. Los transportistas valencianos, en pie de guerra. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno ha remitido a Bruselas incluye la implantación de peajes en las autovías españolas y fija el año 2024 como fecha en la que se podría este sistema de pago. Una medida que ha sentado como jarro de agua fría a un sector que acusa al Ejecutivo central de no haberla consensuado. Pero, además, advierten de sus graves efectos: aumento de la siniestralidad porque parte de la flota se desviará a vías secundarias, así como una menor competitividad y una posible destrucción del empleo.
"Es evidente que si se ponen más costes, más trabas y se dificulta por dónde ir, se ponen más problemas a la prestación del servicio. Y ello resta competitividad a las empresas", asegura Carlos Prades, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) en declaraciones a este diario. "Esta medida va a suponer un gran problema para el sector y el empleo porque puede debilitar más las estructuras de las empresas", advierte.
En concreto, el texto del Gobierno de Pedro Sánchez no detalla cuál será el coste por kilómetro que asumirán los usuarios que circulen por estas vías. Además, la norma establece que la Administración impulsará las condiciones normativas necesarias para que el coste del peaje sea asumido por los cargadores y no los transportistas. Pero desde el sector lamentan que ese diálogo no se haya producido previamente a que se enviará el documento a Bruselas.
"El Ministerio de Transportes asumió por escrito, con la firma del Secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura, el compromiso de que no se implantará ninguna euroviñeta a los transportistas profesionales sin el consenso del sector y ahora anuncian esta medida, sin que exista tal acuerdo con el sector", recalca Prades. Por tanto, pese a que ahora la Administración exprese su voluntad de negociar con ellos y buscar el consenso, se muestra pesimista. "No nos van a escuchar porque estructuralmente y sistemáticamente no lo hacen", lamentan desde FVET.
Además, desde la patronal del transporte en la Comunitat critican la "doble penalización" a la que se somete al sector, que ya contribuye a las arcas del Estado con el impuesto a los hidrocarburos. "El transporte de mercancías por carretera ya contribuye suficientemente vía impuestos a atender las necesidades de mantenimiento e inversión en infraestructuras viarias. Solo a través de la imposición específica sobre el combustible, los transportistas aportan más de 15.000 millones de euros todos los años a las arcas públicas", afirma Prades.
El Gobierno justifica este sistema de pagos en el déficit que arrastra la conservación de las carreteras, la minorización de las emisiones de gases de efecto invernadero o el impacto de la carretera sobre el medio ambiente. Desde FVET recuerdan que el debate sobre los peajes lleva años sobrevolando en el ambiente, pero es ahora con la necesidad de mayores ingresos cuando se ha decidido poner encima de la mesa. "Ahora necesitan dinero y esto es fácil de hacer y menos impopular que si tocan impuestos como el IVA", indica el presidente de la federación.
No obstante, los transportistas valencianos muestran su gran "desconcierto y rechazo" hacia una medida que acogen con "cierta perplejidad". "La política que han vendido este tiempo es la de la liberalización de las autopistas, cuando ya había un montaje hecho con una concesionaria. Cuando se liberalizó la AP-7 ya advertí de que al final pagaríamos ese mantenimiento. Nuestros políticos son muy cortoplacistas y buscadores de votos", lamenta Prades.
No solo afectará al empleo o la competitividad empresarial, sino que el presidente de FVET advierte del posible aumento de la siniestralidad en las carreteras por la derivación del tráfico rodado hacia vías secundarias. "La gente al final lo que hace es buscarse la vida. Si voy con un precio de transporte muy ajustado y tú le gravas más y no tengo forma de repercutirlo, busco la forma de que tenga el menor impacto posible sobre mi actividad. Y si hay 100 kilómetros que en lugar de ir por la autovía me tengo que ir por la comarcal, iré por ahí. Esto aumentará la siniestralidad porque las carreteras secundarias no dan la tranquilidad ni la seguridad que las autovías. Esto es un problemón", lamenta.
Respecto a la idea de que esta propuesta sirva para favorecer al ferrocarril frente a la carretera, desde FVET no ven correcto "penalizar" al transporte rodado a costa del tren. "Habrá que favorecer al tren por la intermodalidad y el medio ambiente, pero no a costa de sacrificar un sector que hoy por hoy mueve a nivel europeo el 75% de las mercancías y en el caso local, movimos el 95% de las toneladas que llegaron al puerto de València", señala.
"Todos queremos más rápido que nos lleguen los paquetes a casa y no hay que olvidar que los traen los camiones. Modificaremos el tipo de combustible, intentaremos ser lo más cuidadosos con el medio ambiente posible, pero seguiremos ahí porque las vías del tren no van a llegar a tu casa", reivindica Prades.