VALENCIA. Las comparaciones son odiosas. Y más cuando una de las variables es idéntica. Transvia, la empresa que explota el bus turístico en Valencia desde 1999 sin abonar ningún canon o tasa al Ayuntamiento, ofreció un canon fijo de 2,6 millones de euros para adjudicarse el mismo servicio en Madrid en UTE con la firma Ruiz. La empresa obtuvo la segunda mejor puntuación por detrás de la UTE entre los grupos Julia y ALSA, que desde 2011 abonan un canon fijo de 3 millones más un 6% variable por explotar ese servicio en la capital madrileña desde 2011.
Valencia Bus Turístic, la marca bajo la que Transvia opera el servicio de bus turístico en la capital, cuenta con autorización municipal para seguir haciéndolo sin abonar ninguna compensación al Ayuntamiento hasta 2019. La última renovación de ese permiso data del pasado 20 de mayo, a solo cuatro días de que se celebrasen las elecciones autonómicas y municipales que marcaron el final de los 24 de Rita Barberá en la alcaldía.
Uno de los directivos de esa empresa, Urbano Catalán, está siendo investigado por un juzgado de Valencia junto al ex vicealcalde Alfonso Grau como presuntos autores de un delito de cohecho relacionado con un contrato de la firma con el Ayuntamiento de Valencia. Hace justo una semana, la UCO de la Guardia Civil registró el domicilio de Grau y una de las sedes de la empresa Viajes Transvia Tours y dejó en libertad con cargos a ambos después de que se negasen a declarar ante los agentes.
El concejal de Movilidad de Valencia, Guiseppe Grezzi, denunció la pasada semana que el anterior equipo de gobierno "regaló" el bus turístico a la empresa Transvia sin convocar concurso público. La firma lo ha explotado en solitario desde entonces hasta que en 2012 se autorizó también a la firma andaluza Privilege Tours, que tampoco paga nada al Ayuntamiento.
El Consistorio ha encargado un informe jurídico para explorar las vías para resolver los contratos sin tener que indemnizar a las empresas por el lucro cesante y estudia la opción de cobrar al menos tasas por la ocupación del espacio público en las paradas, una opción prevista en las autorizaciones que el anterior gobierno no aplicó.
Según el actual edil de Movilidad, Valencia ha dejado de ingresar cada año unos 500.000 euros o, lo que es lo mismo, entre siete y ocho millones de euros por un servicio del que otras capitales sí obtienen recursos.
Además del mencionado caso de Madrid, otro de los más evidentes es Barcelona. Tal y como publicó Valencia Plaza, el Ayuntamiento de Barcelona ingresa 6,2 millones de euros en concepto de canon por la explotación del bus turístico por parte de las empresas Trapsa, Moventis i Grupo Julià, unidas bajo la marca Barcelona City Tour. Esta iniciativa de carácter privado compite con el servicio público oficial promovido por TMB y Turisme de Barcelona desde 1987.
El ayuntamiento de Toledo ingresa un mínimo de 166.000 euros por el mismo concepto, según los datos que maneja la Concejalía de Movilidad de Valencia sobre los que ha basado su estimación sobre los ingresos que se podrían captar. Córdoba, que también ha sacado a concurso la autorización, recibió ofertas de hasta 201.000 euros.
Granada, por su parte, sacó a concurso la adjudicación de este servicio a finales de 2014 con un canon mínimo de 84.000 euros. En Jérez, el pliego para adjudicar este servicio fijaba un canon de 30.000 euros anuales y 2.000 tickets para los "compromisos" del Ayuntamiento, con un 1% de incremento en el caso de que la empresa facturase más de un millón de euros con el servicio.
