MADRID (EP). El 93,3% de los accionistas de Ferrovial que han ejercido su voto en la junta de accionistas de la compañía ha votado a favor de la propuesta para trasladar su sede social a Países Bajos, según consta en el acta de la junta. El quórum de la asamblea ha alcanzado el 77,6% entre asistentes y representados, y de ellos ese 93,3% ha dado su visto bueno al punto 10.1 del orden del día, el que trataba la fusión con su filial neerlandesa.
El principal accionista de Ferrovial es su presidente, Rafael del Pino, que controla el 20,4% del capital, seguido de su hermana María del Pino (8,2%); el fondo británico TCI (6,4%), fundado por Christopher Hohn, un británico multimillonario que aparece en el puesto 273 de la lista Forbes de las mayores fortunas del planeta; su otro hermano Leopoldo del Pino (4,1%) y los fondos BlackRock (3,18%) y Lazard (3%).
Frente al 93,3% que ha votado favorablemente, hay un 6,7% de abstenciones y de votos negativos. Eliminando las abstenciones y el 4,1% de Leopoldo del Pino, que habría votado negativamente, solo hay un 0,27% de otros votos en contra, según informaron a Europa Press en fuentes próximas a la empresa.
Previsiblemente el hermano del presidente no ejercerá su derecho de separación, es decir, la venta de sus acciones a la empresa por su oposición a que se ejecute ese traslado, ya que supondría la salida del accionariado de la empresa que fundó su padre.
Por ello, incluso aunque el 0,27% del resto de accionistas que ha votado en contra ejerciese ese derecho de separación, no alcanzaría el 2,56% que la empresa ha puesto como límite para que la operación quedase bloqueada. De esta forma, la compañía ya se ha asegurado al completo que el plan saldrá adelante sin ninguna oposición adicional. En este sentido, todos los accionistas que han intervenido en la junta se han mostrado a favor de la operación, criticando incluso que el Gobierno se haya manifestado de forma contraria a la ejecución de este traslado.
Asimismo, las firmas asesoras de gobierno corporativo también han destacado el potencial para la acción que tendrá este movimiento corporativo, que en última instancia mejorará el rendimiento para los accionistas.