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opinión

Tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China

El analista de XTB tiene claro que la cooperación entre ambas potencias mundiales provocaría una mayor prosperidad económica en términos globales

10/12/2018 - 

MADRID. El presidente de Estados Unidos Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping acordaron evitar que su guerra comercial se intensificara. Lo hicieron con la promesa de detener la imposición de nuevos aranceles durante 90 días para que en  dicho periodo negociar un acuerdo duradero. Los dos líderes pactaron detener la introducción de nuevos aranceles e intensificar sus conversaciones comerciales. Dicho acercamiento ha ocasionado una relajación dentro del actual tensionamiento existente entre ambas economías.

La reunión se calificó como exitosa por parte de las instituciones estadounidenses, que continúan dejando los aranceles ya existentes en 200.000 millones de dólares para los productos chinos, cuya tasa actual se sitúa en un 10% y se abstendrá de elevar esa tasa al 25%, tal y como estaba previsto a partir del próximo 1 de enero. Estos movimientos acelerarán las conversaciones sobre temas que quiere tratar Trump como son la posesión ilícita de la propiedad intelectual, las barreras no arancelarias y la trasferencia obligada de tecnología. De no llegarse a una aproximación entre las partes, Estados Unidos elevará esos aranceles al 25%. 

A esta mejora de las relaciones también se ha sumado China, que acordó aumentar sus compras de productos agrícolas e industriales para reducir su desequilibrio comercial con Estados Unidos. China tiene ahora mismo grandes barreras comerciales, que son aranceles importantes, y también destacadas barreras no arancelarias, sin duda clave en la relación entre americanos y chinos.

Inversores deseosos

Los inversores han estado deseosos de ver señales de progreso en esta relación para evitar que esta disputa comercial -ya de por sí hostil que ha provocado recortes en la renta variable- se convierta en una nueva y más dura guerra, con consecuencias aún  más negativas. El resultado ha sido muy positivo para el mercado, principalmente a corto plazo, pero sin resolverse de manera concreta el problema en cuestión. Sin embargo, el desenlace da a ambas partes el suficiente oxígeno para ir solventando un conflicto, aún sin resolver. 

Por el momento, China obtiene un retraso en los aranceles adicionales, mientras que Estados Unidos obtiene mayores compras de productos agrícolas, al tiempo que mantiene su influencia para impulsar más cambios estructurales en la economía. Ninguna de las dos ha obtenido por el momento las máximas exigencias pretendidas por las partes,  pero ambos  persiguen también evitar un mal mayor para ambos. Si finalmente no se llega a un acuerdo, la subida de aranceles por parte de EE UU a China podría frenar en 0,5% el crecimiento del PIB chino, que con la situación actual está provocando una caída del 0,5%.

La cooperación entre ambas potencias mundiales provocaría una mayor prosperidad económica en términos globales y de la última reunión también extrapolamos que habrá más reuniones para llegar a un buen fin.  

Jorge López es analista de XTB

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