Tres cámaras robadas

Ahmed Ettanju vive en los territorios ocupados en el Sahara Occidental. Tiene 30 años y lleva 14 años como activista saharaui. Comenzó en 2005, es uno de los miembros que inició la Intifada de la Independencia en los centros ocupados. Y desde entonces Ahmed lleva una vida muy difícil, porque según denuncia, los marroquíes no quieren que los saharauis reivindiquen sus derechos fundamentales. Ha sufrido torturas y malos trataos que no le han detenido en su lucha, al contrario, le han hecho más fuerte y le han ayudado a perder el miedo. El miedo es algo ambiguo, asegura Ahmed. Afirma que “ellos les han quitado el miedo”.

Antes de ser detenido vivía con miedo pero ahora, al contrario, tiene menos miedo porque ya sabe lo que es estar encerrado y arrestado.

Cualquier persona tendría miedo en su situación, cualquier saharaui porque convive con la posibilidad de morir en todo momento. De hecho, Ahmed denuncia que en la actual intifada pacifica han muerto jóvenes activistas y a él le puede pasar lo mismo en cualquier momento.

Como joven saharaui nacido bajo la ocupación marroquí tiene conciencia de la ocupación desde que era pequeño. En la escuela sufría discriminaciones por parte de la dirección y profesores en los colegios de primaria. Desde allí han notado una discriminación comparado con los hijos de los colonos. Y desde entonces sabe del horror que viven en sus casas aunque hasta que no fue creciendo no empezó a ser conscientes de lo que estaba pasando en su casa y en su pueblo. Recuerda que sus casas fueron vigiladas muchas veces y muchos días por la policía.

“Siempre tengo la sensación que estoy perseguido y vigilado en el Sahara occidental ocupado”.

Tiene miedo por su familia porque las represalias pueden llegar hasta ellos desde allanamiento de hogar o asesinato. Ahmed no tiene pareja ni hijos. Viene de una familia numerosa de 6 hermanas y 3 hermanos. Su padre falleció en 2009 y su madre vive y está al cargo de su familia. Su madre le anima y le apoya porque sabe que está luchando por su tierra, y, aunque seguro que sufrirá por su hijo, es un orgullo para ella.

Desde que Ahmed comenzó su activismo en 2005 empezó una vida cargada de problemas y de dificultades. Para empezar le prohibieron durante 7 años el acceso a la universidad y su familia sufrió represalias por el hecho de ser activista. Tras muchos años intentándolo en 2015 por fin pudo estudiar en la universidad de Marruecos, Filología Hispánica. Pero su español lo aprendió en sus anteriores estancias en España. Ha estado en dos ocasiones, seis meses en total, en uno de los programas de Amigos del Pueblo Saharaui en 2011 y 2012.

Trabaja como intérprete de castellano para las delegaciones procedentes de las zonas ocupadas y es colaborador de la plataforma de videos de Witness y Fisahara. Participa en actividades y conferencias a nivel político en diversos países europeos sobre la situación de los Derechos Humanos y el periodismo de resistencia en el Sáhara Occidental Ocupado. Su activismo lo canaliza a raves de su empresa periodística llamada Equipe Media.

Equipe Media

No ha estudiado periodismo pero ejerce de periodista y actualmente es Presidente de Equipe Media. Ha aprendido el oficio por necesidad. La necesidad de tener que contar.

Denuncia que en el Sáhara no pueden entrar ni periodistas ni observadores internacionales, por ello, ellos hacen la alternativa. Ellos desde dentro sacan información de manera clandestina sobre las intervenciones policiales y sacan notas para medios de comunicacion de organizaciones internacionales para denunciar de la situación grave que viven los saharauis de violación de derechos humanos. Según Ahmed: “Reivindicar un derecho es sinónimo de torturas y malos tratos.”

Equip Media está funcionando desde hace 10 años. Decide montar en 2009 esta empresa para romper el bloqueo informativo y desde entonces han sufrido muchas torturas y persecuciones que no han cesado. Actualmente hay 5 periodistas detenidos y condenados, algunos de ellos, a cadena perpetua. Y hay varias organizaciones que han denunciado las detenciones de periodistas saharauis pero siguen encerrados.

Cuando les detiene hacen llamamientos a organizaciones internacionales pero no consiguen liberarlos aunque se haya llevado el caso a la ONU.

El acceso a internet es complicado cuando está en los territorios ocupados porque es muy lento y falla mucho pero al menos se puede comunicar y esto ha facilitado mucho su trabajo porque todo su trabajo se basa en internet.

Ahora está en Valencia con motivo del Festival Humans Fest de la Fundación por la Justicia que supone un granito de arena más para romper este bloqueo informativo. El documental,  3 Stolen Cameras/ Tres cámaras robadas, proyectado ya en más de 47 festivales internacionales y otros canales donde ha recibido reconocimientos en festivales del mundo, habla de la situación de los periodistas que intentan documentar la vida diaria de los saharauis. Quieren mostrar que hay una lucha pacífica entre dos cámaras.

Su sueño es tener un territorio libre donde haya cero violaciones de derechos humanos y un estado saharaui independiente. Respeta a sus compatriotas que se han quedado a vivir en España o en otros países, pero él quiere vivir en su tierra. Asegura que es una decisión muy personal y que se puede hacer activismo desde fuera también.

En valencia tiene amigos y otra “familia” que le acoge porque La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui le reciben con los brazos abiertos. Le gusta la ciudadanía valenciana aunque cuando está aquí echa de menos a su familia, sus compañeros y hacer el activismo. No extraña ni los hábitos ni la gastronomía. Se adapta fácilmente.

Escucho la historia de Ahmed, y me acuerdo de mi amigo Tiba, otro activista orgulloso de su lucha.

La semana que viene… ¡más!

Estreno sábado 16 febrero. 20.00h FILMOTECA (SECCIÓN OFICIAL CORTOMETRAJES LIBERTAD Y DDHH) . 3 stolen cameras / 3 cámaras robadas (2017 / 17 mins / Documental / Western Sahara / Ahmed EttanjI)