Afortunadamente los últimos años están siendo especialmente intensos en relación a las cuestiones que afectan a la sostenibilidad y al turismo, que sin embargo en muchos foros se afronta sin caer en la necesidad de asegurar la propia sostenibilidad de la industria. Para los que venimos trabajando en esto y somos fieles convencidos desde hace años que sin una determinada apuesta por un desarrollo turístico sostenible la industria tiene sus días contados tal y como la conocemos, me gustaría plantear una reflexión de base que considero se está dejando de lado al ser habitualmente políticamente incorrecta.
Para facilitar un proceso que haga más sostenible nuestra actividad sin poner en riesgo la propia sostenibilidad del sector, la ecuación es bastante más sencilla de lo que creemos. A pesar de que aún muchos de nuestros responsables públicos siguen midiendo el éxito de sus destinos en función del crecimiento de sus turistas y visitantes, existe una corriente más inteligente que comienza a evidenciar no tanto el crecimiento en la demanda si no el aumento en la generación de derrama sobre el territorio como valor de la importancia de su crecimiento.
Dicho esto, a mí se me plantea una reflexión y es que en el medio plazo no solo deberemos medir la derrama provocada por esa demanda si no la relación entre el coste provocado sobre el destino, la inversión para su captura y la derrama generada, de esta manera aún podremos ser más contundentes a la hora de evidenciar en primer lugar, si estamos creciendo en rentabilidad y por ende si esta demanda es aún más sostenible que aquella. De esta manera evidenciaremos el grado de sostenibilidad que para ese destino tiene esa tipología de demanda.
Sobre esta base, si con menos demanda podemos generar mayor derrama, una de las primeras consideraciones que aparece es, nuestros clientes deberán ser capaces de pagar más por el destino, para que con menos turistas tengamos más derrama. Esto es quizás a lo que me refiero que políticamente suele ser poco correcto, por eso nuestros responsables públicos prefieren hablar de turistas de calidad, algo que personalmente me aterra ya que la calidad no es algo que se puede aplicar a tu cliente. A nuestros responsables públicos les cuesta decir que queremos turistas que generen más gasto en el destino, que no quiere decir que solo queremos ricos. Aquí vendría otra de mis reflexiones, ¿existen clientes con voluntad de gasto mayor, para pagar más por destinos de altos valores en sostenibilidad? Existen clientes con voluntad de gasto en productos y destinos que apuesten por mayores niveles de sostenibilidad, menos presión turística, más productos locales, mayor precio de los servicios consecuencia de mayores salarios a sus profesionales, etc?.
Daros cuenta que poco o nada se está hablando del cliente en todos estos foros sobre sotenibilidad y sin éste, no existe nuestro sector sea más o menos sostenible.
Finalmente también podemos conseguir mejorar la ecuación de rentabilidad/sostenibilidad de esta demanda si tocamos en la ecuación el valor coste. Si conseguimos empresas y destinos más eficientes que pueden producir experiencias a menor coste, quizás no solo el cliente tenga que pagar más para poder consumir destinos/productos sostenibles si no que en dicho proceso podrá alcanzarse el equilibrio de mayor pago y mayor eficiencia en costes, de esta manera se podrá conseguir igual rentabilidad que con bajo precio y mucha demanda, algo que sin duda está en las antípodas de la sostenibilidad de un destino.
No quiero provocar pesadumbre o la sensación de una misión imposible, pero si quiero evidenciar que la mayor sostenibilidad de nuestro sector no podrá alcanzarse con acciones de greening o políticamente correctas, que sin duda o no conseguirán mejorar su grado de sostenibilidad o incluso podrán conseguir poner en riesgo la propia sostenibilidad de la actividad en determinados destinos.
Necesitamos responsables políticos, empresarios pero sobre todo clientes capaces de entender que para conseguir mejorar el nivel de sostenibilidad de las empresas y destinos turísticos además de todo el esfuerzo que debe llevar a cabo el sector, él como cliente deberá asumir un sobre coste si quiere disfrutar de unas vacaciones más sostenibles, de lo contrario será muy difícil conseguir que con menos demanda se puede mantener el mismo sector con mayores niveles de sostenibilidad.
Alberto Galloso, CEO SAÓ viajes naturales