La reforma, que necesita aún el visto bueno formal del pleno de la Eurocámara y del Consejo, permitirá, por ejemplo, que en el caso de los buses turísticos el conductor pueda fraccionar en dos pausas más cortas el descanso de 45 minutos obligatorio cada 4,5 horas de conducción.
Otro ajuste de las reglas comunes para el caso de los conductores de autobuses turísticos es que puedan retrasar un máximo de una hora su pausa obligatoria diaria siempre que se cumplan dos condiciones: Que no conduzca más de siete horas en una jornada y que esa flexibilidad se aplique en viajes que duran al menos seis días (o dos veces en viajes de más de ocho días).
También podrán posponer el periodo de descanso semanal hasta doce días si es después de un periodo de descanso semanal regular anterior. Esta opción es posible ya en los servicios internacionales y la revisión de la normativa permitirá aplicarla también en las rutas nacionales.
El acuerdo revisa también normas de seguridad vial para reforzar el marco de control e introducir formularios digitales que faciliten tanto su uso como su control.