La UE adopta nuevas normas más exigentes para reducir, reutilizar y reciclar envases

22/01/2025 - 

VALÈNCIA (EFCOM). La Unión Europea (UE) ha adoptado nuevas normas más exigentes para reducir, reutilizar y reciclar envases, lo que obligará a la industria alimentaria y la distribución a acometer cambios con vistas a lograr un envasado más sostenible con menos residuos.

El nuevo reglamento del Parlamento Europeo y el Consejo sobre los envases y residuos de envases, publicado este miércoles en el Diario Oficial de la UE, establece que los envases deberán ser diseñados para ser reutilizables o reciclables, con criterios específicos para 2030 y reciclaje a gran escala para 2035.

Se estima que en 2018 los envases generaron una facturación de 355.000 millones de euros en la UE, donde se ha pasado de 66 millones de toneladas en 2009 a 84 millones en 2021, año en el que cada europeo generó 188,7 kilos de residuos de este tipo.

Principales novedades

- Todos los envases (salvo los de madera ligera, corcho, textil, caucho, cerámica, porcelana y cera) tendrán que ser reciclables, al tiempo que se fijan objetivos mínimos de contenido reciclado para los de plástico y en función del peso de los residuos de envases.

Pueden establecerse excepciones relacionadas con la salud y la seguridad del suministro alimentario, especialmente en los envases de plástico para alimentos.

- Se exige a los países que reduzcan los residuos de envases de plástico y se establece una ratio máxima de espacio vacío del 50 % para los envases colectivos, de transporte y de comercio electrónico, mientras que los fabricantes e importadores deberán velar por reducir al mínimo el peso y el volumen de los envases.

- Se restringe el uso de envases de plástico de un solo uso, entre ellos los de frutas y verduras frescas de menos de 1,5 kilos (con algunas excepciones), los de alimentos y bebidas que se sirven en la hostelería y la restauración, los de dosis individuales (por ejemplo, para condimentos, salsas y azúcar) y las bolsas de plástico muy ligeras.

- El reglamento, que se aplicará a partir del 12 de agosto de 2026, incluye la prohibición del uso de las llamadas "sustancias químicas eternas" (PFAS, por sus siglas en inglés) por encima de ciertos umbrales en los envases en contacto con alimentos.

- Hay objetivos específicos de reutilización para 2030 para los envases de bebidas, excepto en productos como la leche, el vino y los licores, pues son perecederos y necesitan una tecnología específica para protegerse del deterioro causado por bacterias y levaduras.

- Se introducen novedades en cuanto al etiquetado de los envases dirigidas a la armonización, con especial atención a la regulación para evitar el "ecopostureo".

- Los distribuidores con una superficie de venta superior a 400 metros cuadrados "procurarán" dedicar el 10 % de dicha superficie a puestos de rellenado para productos alimentarios y no alimentarios a partir de 2030.

- Además, el sector de la hostelería y los servicios de comida para llevar ofrecerán un sistema para que los consumidores lleven su propio recipiente para llenarlo desde febrero de 2027, y les darán la opción de utilizar envases reutilizables un año después.

- Para 2029, el 90 % de los envases de bebidas de plástico y metal de un solo uso (de hasta tres litros) deberán recogerse por separado mediante sistemas de depósito y devolución u otras soluciones, si bien estos no serán obligatorios en el caso del vino, las bebidas espirituosas, la leche y los lácteos.

- Cada país deberá reducir los residuos de envases per cápita en al menos un 5 % para 2030, un 10 % para 2035 y un 15 % para 2040.

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