VALÈNCIA. “Como no podía ser de otra manera, planificando quien planifica, y dando las órdenes quien las da, el servicio de Fallas ha sido pésimo hasta niveles nunca vistos con anterioridad en esta empresa”. La crítica al funcionamiento de la EMT de València durante las fiestas de este año no parte de un partido político de la oposición, sino del interior de la propia empresa, de un sindicato: UGT.
En una nota interna remitida este miércoles los representantes sindicales han atacado duramente el dispositivo realizado por la empresa de autobuses reprochando una serie de actuaciones y el incumplimiento de algunas de las medidas anunciadas. Así, critican que se había previsto un pasillo hasta el intercambiador de Tetuán durante la ofrenda. “Como idea”, ironizan, “tiene buena pinta, pero lo mismo pasa con el sexo de los ángeles, que te pones a buscarlo y no hay manera”.
El documento, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, contiene ironías respecto a la nueva directiva de la empresa de transporte del consistorio, a los que califica de “lisensiados (sic) que nos manejan”. Así, se constata que “tuvieron que mandar mensajes de disculpas en redes sociales por anular lo previsto y cerrar el pasillo exclusivo por ser incapaces de hacerlo respetar y mantenerlo limpio para que circulen los autobuses”.
En este sentido, desde el sindicato llamaron la atención sobre la brecha digital y el error de funcionamiento que supone fiarlo todo a ellas. “¿Qué hace la gente que no se maneja en redes sociales?”, se preguntan desde el sindicato. Y ellos mismos se responden: “Esperar horas y horas en las paradas pensando que, tal y como había dicho la empresa y sus chaquetas rojas, el intercambiador de Tetuán iba a estar operativo”. En el sindicato relatan que muchos de estos pasajeros, cansados de aguardar en vano, salieron a buscar otras opciones y cuando se subieron a otro autobús le reprocharon al conductor o conductora lo sucedido con “insultos e improperios propios de la Edad Media”, sostienen.
La nota también da fe de incidencias en Gran Vía Germanías y la calle Castellón ya que, al no cerrar al tráfico de turismos y motos, y obligar a los autobuses a hacer el cambio de sentido en Gran Vía y dejar a todo el pasaje en el mismo sitio, “las colas de buses esperando a alcanzar la parada para dejar gente llegaron a ser de 30”. En la nota se recrimina de esta situación a “los que pisan más moqueta que asfalto”, a los que “en un año están sacando la bici de nuevo para las fotos de campaña y luego la volverán a guardar, como en 2015”.
La nota también informa de que los trabajadores de Administración también han “sufrido” las Fallas. Así, se alude a que “se les ha limitado el derecho que tienen reconocido que les permite salir a las 13 horas los días 16, 17 y 18 de marzo y entrar el día 20 a las 8 horas”, algo de lo que se les informó en un correo remitido “a las 13:09 del 16 viernes, cuando todos se habían marchado”.
El comunicado concluye, en la parte referida a Fallas, con una ironía respecto a la actuación de la empresa. “Lo mejor de todo es lo que nos desayunamos el día 15, donde la empresa se presenta como salvadora de todos nuestros males y decide que, por su obra y gracia, nos abonarán el complemento de festivo a los que trabajemos el día 16 de marzo… ¡Como si eso no lo pusiera ya el convenio y lo tuvieran que hacer igualmente!”