VALENCIA. Ford no contará con el apoyo de la plantilla para acometer un ERE temporal en la planta de motores de Almussafes, medida que planteó a los trabajadores la semana pasada con el argumento de la caída de la producción y que ya ha supuesto un día de paro en la presente semana.
UGT-PV, el sindicato mayoritario de la planta y caracterizado por haber llegado a significativos acuerdos laborales con la empresa, se opone en esta ocasión a la iniciativa de la multinacional y le obliga a imponerla a los empleados o a tratar de buscar una solución alternativa.
Preguntado al respecto, Carlos Faubel, secretario general de la organización en la industria automovilística valenciana, argumenta que la factoría acaba de recibir la confirmación de que será la responsable de producir el nuevo motor Maverick, la evolución del que fabrica en la actualidad.
"Tenemos inversiones atadas que serán efectivas dentro de poco y entendemos que, con medidas de flexibilidad, se puede asumir la actual plantilla pese a la actual caída en la producción", defiende Faubel. "Consideramos que la bajada no va a ser de una magnitud que requiera un Expediente de Regulación Temporal de Empleo", agrega el representante sindical.
La solución habitual en Ford ante caídas en la producción es parar la factoría y computar la jornada de descanso por un día de vacaciones flexibles de años futuros, pero en el caso de la planta de motores ya tendrían que recurrir a las jornadas del año 2020, según Faubel, circunstancia que complica esta alternativa.
Otra posibilidad podría ser a la que se recurrió para evitar despidos en la planta de vehículos, que consistió en reducir la jornada en lo que queda de año a cambio de trabajar sábados en 2017 -todo a la espera de que la producción remonte en el próximo ejercicio y que permita un día más de actividad a la semana-.