La Ley de Participación Institucional supone el 9% de sus ingresos en 2018 y llevará a los tribunales a quien diga que vive de subvenciones
VALÈNCIA. (EP). El sindicato de UGT-PV ha hecho balance de su actividad en 2017, un año en el que ha experimentado un "repunte" en sus afiliados --tras una tendencia a la baja durante la crisis--, ha reducido su deuda en un 58%, ha abandonado definitivamente los cursos de formación para parados y ha diseñado una estructura de "absoluta austeridad" para los próximos diez años.
Así lo han dado a conocer este martes el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, y el vicesecretario general y recursos, Guillermo Martí, en una rueda de prensa en la que han avanzado las previsiones para 2018, un ejercicio en el que prevén que los ingresos del sindicato procedentes de la Ley de Colaboración y Participación Institucional (LCPI) --800.000 euros-- representen entorno al 9% del total, menos que en 2017 cuando supuso un 14%.
De hecho, en opinión de Sáez, la intención del PPCV de modificar la LCPI está motivada por la manifestación del pasado 18 de noviembre en defensa de una "financiación justa" para la Comunitat, una convocatoria que cree que el partido "no digirió bien" porque "pensaba que la CEV no se iba a sumar" y como "en la Ley de Participación Institucional estamos todos, la patada en el culo a la CEV nos la pega en nuestro trasero", ha argumentado.
Por su parte, Martí ha defendido que el sindicato "siempre lo han pagado los afiliados" y ha advertido que están "dispuestos a llevar a los tribunales a quien venga con la martingala de que vivimos de subvenciones porque es falso".
Así, el balance de 2017 refleja que el 50% de los ingresos de UGT-PV llega por las cuotas de los afiliados, el 18% por prestación de servicios, arrendamientos, etc. y el 32% de subvenciones externas de las administraciones públicas, ha puntualizado.
El informe de cuentas de UGT-PV muestra un descenso de afiliados desde el inicio de la crisis, cuando contaba con 116.672 hasta el 2017 con 86.522, no obstante se observa un "repunte" que revierte la tendencia a la baja. Al respecto, Martí ha subrayado que tiene "el doble" de afiliados que todos los partidos con representación en las Corts Valencianas o que el Valencia CF y el Levante UD juntos. Además, cuenta con 9.782 delegados, que unidos a los 10.224 de CCOO PV, suponen el 73,28% del total de la Comunitat.
Durante el 2017, el sindicato ha logrado reducir su deuda casi un millón de euros, destinando un 14% de su gasto a su amortización. Si en 2015 la deuda ascendía a casi 4 millones, en dos años ya ha pagado la mitad y en 2018 pretende amortizar los 1,9 millones que quedan con la venta de los locales de su propiedad, en su mayoría aulas de formación.
Martí ha recordado que UGT-PV tiene más de diez locales en venta, aunque tasados al precio actual pese a que fueron adquiridos por casi el doble. En este punto ha recordado la intención del sindicato desde 2016 de no realizar más formación para desocupados, dado que la Administración "no los ha sabido gestionar", les ha hecho perder dinero e incluso ir a los tribunales. Esta decisión que "no tiene vuelta atrás", ha sentenciado.
En este sentido, Ismael Sáez ha querido dejar claro que a partir de ahora la "estrategia" del sindicado va a ser "dedicarnos a lo nuestro y no a otras cosas", ya que antes de la crisis prestaba servicios a la Administración en diversos campos, uno de los más importantes la formación. Según ha explicado, la administración destinaba recursos y UGT se dotó de una importante estructura de personal pero la crisis supuso la "caída drástica de esos programas, conciertos y encargos" y el sindicato se vio abocado a aplicar diversos ERE y ERTE que, desde entonces, han reducido la plantilla en 222 trabajadores (70,10%) hasta quedarse en 112 personas.
Ante esta situación, el secretario general de UGT-PV ha sido claro: "Si la Administración quiere realizar cursos de formación u otras cosas tendrá que hacerlo en condiciones de seguridad y estabilidad" o "que lo hagan ellos con sus infraestructuras y no nos compliquen la vida". Además, ha hecho notar el "desprestigio reputacional que encuentra fácil eco en la sociedad y pone en tela de juicio el destino de esos fondos".
No obstante, la intención UGT-PV es "ganar pulmón y salir de los números rojos para invertir en formación para jóvenes", ha avanzado por su parte el vicesecretario sindical.
La plantilla actual de UGT-PV la forman 112 personas: el 34% está en el servicio jurídico, el 29% en intercomarcas, el 26% en servicios centrales, el 6% departamento nacionales (dona, salud laboral, etc.) y un 5% en la comisión ejecutiva nacional. El 48% del gasto se dedica a personal y solo el 1% de éste va a parar en dietas y desplazamientos, ha agregado. En cuanto a casas del pueblo, el sindicato tiene activas 33 en este momento, tras haber cerrado una docena de ella.