VALÈNCIA. Un libro editado desde la administración siempre es un soporte socorrido para que un alto cargo decida asomar la cabeza. Desde informes a catálogos culturales, a quién no le gusta que su foto aparezca en las primeras páginas de un tomo que, nadie sabe si pasará o no a la posteridad pero, bueno, su recorrido tiene. Sin embargo, esta práctica de poner el sello gubernamental o político en la actividad editorial pública va a dejar de darse -al menos con la actual normativa- en la Generalitat Valenciana.
Así lo recoge el decreto del Consell, aprobado el pasado 9 de abril, y en el que se regula la actividad editorial de la Administración del Consell y de su sector público. Fue el Gobierno del Botànic el primero que, en 2017, decidió poner orden a las más de 3.000 publicaciones con las que contaba el fondo bibliográfico de la Generalitat Valenciana con un decreto que, a día de hoy, se ha creído conveniente actualizar.
Sin embargo, llama la atención una disposición adicional donde se insta a que los altos cargos eviten dejar su impronta en estas publicaciones a no ser que sea de vital importancia su aportación. Una recomendación realizada en aras de preservar la vida útil de los libros. Así lo recoge la disposición adicional segunda del decreto, publicado este martes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), y en la que se hace referencia las presentaciones institucionales. Un apartado donde se entrevé la intención de que dichas publicaciones no queden en un cajón para próximos dirigentes del ramo y que, según dice la lógica, no querrían ir regalando o exhibiendo libros con la cara de un cargo de la oposición, por ejemplo.
"Con el fin de prevenir circunstancias que puedan afectar a la vida útil de las publicaciones del fondo editorial de la Generalitat, se evitará la inclusión en el cuerpo de las mismas de todo tipo de presentaciones, prólogos, prefacios, introducciones y similares, suscritas por las autoridades del departamento u organismo promotor de la publicación, salvo aquellos casos en que la singularidad de la obra u otras circunstancias aconsejen insertar tales presentaciones o prólogo", recoge la norma, que afecta tanto a la administración del Consell como al sector público y que permitirá liberar a los libros del exhibicionismo político gratuito.
Según recoge el decreto, el fondo editorial de la Generalitat está integrado por el conjunto de publicaciones en cualquier tipo de soporte, editadas por la Administración del Consell o por las entidades integrantes del sector público instrumental de la Generalitat y destinadas a su venta al público. Todas las publicaciones que hayan de integrar el fondo editorial de la Generalitat deben ser previamente autorizadas por el centro directivo competente en materia de publicaciones.