Un error de redacción agita el calendario del Consell del Disseny

VALÈNCIA. Este jueves el Ayuntamiento de València constituía el Consell del Disseny, un proyecto piloto en el ámbito de la administración local que echa a andar esta semana con una edición ‘cero’ a la que le seguirán otros tantos encuentros. Pero, ¿cuántos? Pues la cosa no parecía estar tan clara ayer. Fue el pasado mes de julio cuando, a través de la Junta de Gobierno Local, se aprobó tanto la composición del organismo como sus reglas de funcionamiento, un texto que rezaba: “El Consell Local del Disseny, que se adscribe al Área de Alcaldía, funcionará en un régimen de reuniones con una periodicidad bimensual”.

Ese mismo día el consistorio se hacía eco de la aprobación confirmando en su nota de prensa que el ritmo de reuniones sería bimensual, es decir, dos veces al mes. Sin embargo, el alcalde de València, Joan Ribó, deslizaba tras la reunión de ayer jueves un calendario distinto. “Esta es una reunión de constitución. En principio, cada dos meses habrá una reunión”, declaró. Esto, claro, cambia por completo el calendario del Consell, pues en la primera opción hablamos de 24 reuniones al año y, en la segunda, de seis.

Consultados por este diario, desde el Ayuntamiento y el propio Consell del Disseny confirman que, efectivamente, el organismo se reunirá cada dos meses, siendo este primer encuentro una reunión de presentación. La siguiente está fijada el próximo mes de octubre para, a partir de ahí, ir reuniéndose cada dos meses. Así, la periodicidad de los encuentros será bimestral y no bimensual, como se había anunciado. 

Este cambio afecta directamente a las arcas del Consell pues cada miembro cobra 150 euros por reunión, con lo que con el régimen de reuniones bimestrales hablaríamos de unos 900 euros al año por persona, mientras que si fueran bimensuales la cifra aumentaría hasta los 3.600 euros al año. Todo apunta no tanto a un cambio de criterio sino a un error de redacción que se ha mantenido en el tiempo y en el que nadie había reparado, un error que sigue presente en todas las comunicaciones y documentos que rigen el Consell.