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CANNABIS Y COCAÍNA

Un estudio de la UV relaciona el abuso de drogas con la delincuencia entre adolescentes

11/02/2017 - 

VALENCIA, (EP). Tres investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universitat de València (UV) han descrito la relación entre el consumo de drogas y el incremento de la delincuencia en adolescentes, de forma que el cannabis se asocia a trayectorias delictivas iniciales y la cocaína, a trayectorias consolidadas.

El trabajo, basado en una muestra de 286 adolescentes del Programa de Medidas Judiciales del Ayuntamiento de Valencia, destaca la relación proporcional entre un mayor abuso y dependencia y mayor posibilidad de cometer infracciones, explica la institución académica a través de un comunicado.

Francesc Xavier Uceda Maza, José Javier Navarro Pérez y José Vicente Pérez Cosín denominan Adolescentes en Conflicto con la Ley (ACL) a jóvenes entre 14 y 18 años con trayectorias delictivas de diferente grado y en los cuales las drogas han formado parte de su proceso de socialización. Este consumo se produce durante el día de forma habitual y por la noche se relaciona con el ocio.

Así, según los datos aportados por los tres investigadores en el artículo Adolescentes y drogas: su relación con la delincuencia, publicado en Revista de Estudios Sociales, un 35,5% de los ACL consume cannabis, el 13,6% alcohol y en porcentaje similar cocaína y cannabis, con un 13,6%. Estos resultados muestran el 38% de los ACL que han consumido, entre los cuales el 26% hace un consumo habitual y el 12% hace un uso de dependencia.

Los profesores de la Facultad de Ciencias Sociales e investigadores del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local adscritos al Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales establecen tres grupos en cuanto a la trayectoria delictiva en relación con el consumo de drogas: inicial, moderada y consolidada. Así, concretan que en el grupo de los adolescentes con una trayectoria inicial, el consumo habitual de drogas se sitúa en un 17,2%, un 0,8% en situación de dependencia y un 1% esporádico.

En cuanto a la trayectoria delictiva moderada, consumen drogas el 38,1% y en este grupo la ingesta esporádica representa el 0,4%, el 30,5% en casos habituales y un 6,8 de los adolescentes en conflicto con la ley de este grupo. Entre el tipo de sustancia, el cannabis es un 20,7% y la cocaína del 9,3%. En cuanto a los ACL de trayectoria consolidada, se concluye que el 70,5% consume drogas, y el tipo de consumo se reparte a partes iguales entre el esporádico, el habitual y la dependencia con un 23,5% cada uno.

Estas conclusiones se obtienen tras una recogida de datos el año 2013 en Valencia. Se trabajó con 422 medidas judiciales correspondiente a los 286 Adolescentes en Conflicto con la Ley. De cada expediente, desde una perspectiva cuantitativa, se han extraído indicadores de uso/no uso/abuso, tipo de sustancia y forma de consumo. Posteriormente se ha hecho una clasificación en consumo esporádico, habitual o dependencia.

Esta información ha conformado una muestra de 172 tipologías de acciones delictivas en relación con varios factores. A partir de variables como el número de delitos cometidos de cualquier índole, tiempo de duración de las medidas impuestas en meses y número de medidas ejecutadas o pendientes de ejecutar, el resultado es una variable global que a mayor valor, da mayor trayectoria delictiva del adolescente.

Consumo en personas

Francesc Xavier Uceda Maza, José Javier Navarro Pérez y José Vicente Pérez Cosín concluyen que "el establecimiento de fuertes vínculos con las drogas en la preadolescencia pronostica fuertes manifestaciones de riesgo futuras". "Actualmente, el consumo de estupefacientes no corresponde a patrones de grupos marginales, sino que se encuentra en personas que mantienen niveles aceptables de integración", advierten.

Además, "en muchos casos el adolescente carece de una reflexión madura y puede verse empujado a abusar de las drogas. La droga en sí misma no supone un riesgo, sino que se tiene que tener en cuenta la madurez o la capacidad de afrontamiento del adolescente para regular el consumo y que se puede comprobar que el cambio en los perfiles criminales responde a cambios en los tipos y prácticas de consumo de drogas", ha destacado José Vicente Pérez, profesor titular del departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales de la UV.

Otra conclusión del artículo es que habitualmente la causa que genera el delito durante las primeras fases de irrupción delictiva es el deseo de los adolescentes de poder conseguir la ascendencia del grupo para ser aceptado socialmente. Respecto a efectos preventivos, los investigadores remarcan la importancia de mantener apoyos y una vida afectiva plena, puesto que el apoyo familiar se considera fundamental frente al consumo. Cuando el ACL llega a la primera adolescencia, la supervisión se considerada de vital importancia, y la ausencia de la misma puede derivar en manifestaciones donde se relacionan las drogas con prácticas antisociales.

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