La Rambleta acoge una espectáculo de gran formato que reúne a los principales bailarines valencianos que ejercen su trabajo en el extranjero
VALÈNCIA. Elisa Badenes no baila en casa como en ningún otro sitio. Con casa, la bailarina principal del Stuttgart Ballet se refiere a la tierra en la que nació, València, y que abandonó a los 16 años, cuando en el prestigioso concurso internacional Prix de Lausanne obtuvo una beca para la escuela de la primera compañía de danza clásica del Reino Unido, el Royal Ballet. Un año después, en 2009, se graduó en Londres, y desde entonces, ha forjado una carrera con hitos como la medalla de oro en el Youth American Grand Prix 2009 y el premio del público en el concurso Erik Bruhn Prize 2011 en Toronto.
“Fue una decisión dura, pero necesitaba tomarla, porque las condiciones en València no me permitían abrirme camino como bailarina profesional. Aquella experiencia me abrió las puertas a un nuevo mundo. Vi el respeto hacia los bailarines y con el tiempo pude entrar en la compañía de la que hoy formo parte y era mi sueño”, recuerda.
A lo largo de los años ha tenido oportunidades de volver a España para citas puntuales y cada vez que lo hace se siente una privilegiada por poder hacerlo compatible con su carrera internacional. Como otros tantos bailarines valencianos o con arraigo en la Comunitat que ejercen su profesión únicamente en tierras foráneas, la vuelta al hogar tiene un componente de nostalgia y de compromiso.
“Es algo difícil de describir… -medita-. Poder volver a bailar en mi ciudad y enseñar todo lo que he aprendido y puedo ofrecer es una responsabilidad que comparto con los profesionales que residimos en el extranjero”.
Ballarins Valencians Internacionals cifra en cerca de cuatro decenas el número de bailarines autóctonos que desarrollan su talento en el exterior. La cifra va en aumento año tras año, engrosada por todos aquellos estudiantes de danza que cuentan con la cualificación necesaria para acceder a la escena internacional.
La asociación ha organizado este próximo 28 de julio en La Rambleta la I Gala de Dansa Internacional Valenciana, donde reunirá a 16 de estas estrellas que refulgen fuera pero cuyo brillo es ignorado en su tierra.
El espectáculo constará de 13 piezas coreográficas cortas, entre solos y dúos, que recorrerán desde ejemplos ilustres de la danza contemporánea hasta muestras el repertorio clásico. Las propuestas han sido elegidas por los propios intérpretes basándose en el repertorio de sus compañías de origen y en sus preferencias estilísticas.
“Cada bailarín valenciano que se internacionaliza recorre caminos distintos, creándose una personalidad artística propia y única, es por ello que en esta gala cada pieza es diversa y en su conjunto será una amplia muestra de la escena de la danza internacional actual, representada por sus protagonistas”, concretan desde la asociación.
La oferta está conformada por tres creaciones realizadas específicamente para esta gala, proyectos de creadores emergentes, fragmentos del repertorio clásico y obras de grandes coreógrafos consolidados como Jörg Mannes.
Todas ellas estarán protagonizadas por al menos un intérprete valenciano que en algunos casos estará acompañado por bailarines invitados de sus compañías actuales, entre las que se hallan formaciones señeras como el Ballet Béjart Lausanne, el Ballet Nacional de la República Checa, el Dance Theater Heidelberg, el Ballet de la Ópera de Halle, el Bayerische Staatsoper de Múnich, el Teatro Nacional de Croacia, el Deutsche Oper Am Rhein, el Ballet Magdeburg y el Ballet Nacional de la Ópera de Wroclaw.
Es el caso de Badenes, que ha escogido un extracto del espectáculo Onegin, creado por John Cranko para el Stuttgart Ballet en 1965, para el que estará acompañada por Martí Fernández Paixà, bailarín principal de la compañía. “Es un paso a dos de sueños, pasión y amor que representa el lenguaje de este coreógrafo”, avanza la valenciana.
La bailarina de Ontinyent Paloma Moscardó también ha elegido un paso a dos para esta primera entrega de la iniciativa. La pieza pertenece a Blaubarts Geheimnis del director artístico de NTM Tanz,
Stephan Thoss, con música de Henryk Górecki. “Trata sobre la lucha por mantener el amor entre una pareja”, explica la artista, que a lo largo de su trayectoria ha bailado para Ohad Naharin, Nacho Duato, Ángel Rodríguez y Mathieu Geffré, entre otros. Desde 2018 forma parte del
Paloma se licenció en Danza en la Central School of Ballet de Londres y se licenció en Coreografía e Interpretación en el Conservatorio Superior de Danza de Madrid, María de Ávila antes de obtener su Maestría en Artes Escénicas en la Universidad Rey Juan. Carlos se graduó con honores. Trabajó con varias empresas y participó en proyectos entre Inglaterra y España. bailado. Paloma es miembro del Teatro Nacional de Mannheim desde 2008. “Desafortunadamente, las oportunidades y condiciones laborales que ofrece Alemania no las tenemos en España”, lamenta.
En opinión de la asociación a la que pertenece, el problema de la emigración de nuestro talento creativo no reside en la falta de interés de la audiencia, “ya que la danza de calidad despierta mucho interés en la sociedad valenciana, que históricamente es una comunidad que consume este tipo de oferta cultural”.
No por casualidad, las más de 700 entradas de la gala se hallan a fecha de hoy prácticamente agotadas.
“Cualquier bailarín que quiera desarrollarse profesionalmente busca rodearse de sus referentes, trabajar con los creadores que le interesan, así como acceder a las compañías con cuyo repertorio se sienten identificados. La danza en su conjunto es global, y en las compañías de danza públicas europeas convergen todo tipo de nacionalidades a escala mundial. Así, cuando nuestros bailarines valencianos se internacionalizan pasan a formar parte de esa realidad”, explican desde la plataforma que los aúna.
El óbice reside en las instituciones públicas, que en palabras de los responsables de Ballarins Valencians Internacionals, realizan un gran esfuerzo en la educación profesional de la música y la danza, pero no el suficiente para fomentar compañías públicas profesionales: “Estamos a la cabeza de Europa en número de conservatorios públicos, pero solo existen dos compañías en el conjunto del Estado, el Ballet Nacional Español y la Compañía Nacional de Danza, claramente insuficientes para absorber toda la demanda laboral que creamos”.
Esta escasez imposibilita la estabilidad del sector y la atracción de talento, lo que la distancia de la realidad en el resto de Europa.
“Los bailarines que deciden emigrar, son conscientes de todos los sacrificios personales a los que se van a enfrentar, pero para ellos la internacionalización es una herramienta de desarrollo personal y profesional así como un intercambio cultural irrenunciable en sus carreras. La mayoría desearía volver en un futuro y así lo harían si no fuera por la precariedad y la escasez laboral inherente a la profesión de la danza en este país”
La asociación se ha fijado como objetivo prioritario en su primer año de existencia “cubrir la necesidad detectada en la sociedad valenciana de conocer a los bailarines locales que trabajan en compañías de ámbito internacional”.
La idea es repetir anualmente la cita a fin de que estos bailarines excepcionales no desaparezcan de la comunidad artística valenciana. La plataforma pretende ejercer en un futuro de enlace entre el tejido de la danza valenciana local y el internacional, planteando interacciones entre ambas realidades, para que los exiliados continúen aportando riqueza a la cultura regional.