Un grupo para comprender las artes gráficas valencianas

VALÈNCIA. Un cambio de nombre puede significar muchas cosas: un lavado de cara, una cuestión de estética y hasta un cambio de pensamiento. También puede significar un paso adelante, como ha sucedido con el Taller d’Acció Gràfica de València que ahora ha pasado a llamarse Grup d’Acció Gràfica, un cambio comprendido sólo a través de una palabra que se traduce en una nueva oportunidad para comprender las artes gráficas valencianas. El T.A.G surgió hace cosa de un año y medio en la ciudad con motivo de establecer un lugar de reunión y trabajo para los grafistas… La evolución progresiva de la idea de este espacio ha llevado a sus integrantes a dejar de planteárselo como algo cerrado y comprenderlo como un concepto abierto, de tal manera han comenzado a rediseñarlo de puertas hacia fuera, ya que hacia dentro ya tenían acumulada mucha maquinaria.

Tumbar las paredes

En un callejón del barrio de Sant Antoni, arriba de la Saïdia, subía la persiana en el 2020 el taller familiar de la ilustradora Marta Torres, quien decidió meter en este un tórculo y habilitarlo para que fuera un espacio donde poder trabajar. Ese mismo año le comentó la idea al diseñador Diego March y al impresor Francesco Devicenti, quienes tenías un proyecto desamparado que buscaba hogar. Los tres se juntaron y “amueblaron” lo que sería la primera parte de lo que ahora es G.A.G en el taller: “Yo contaba con el espacio y con un tórculo, poco a poco cada uno fue aportando algo y al final conformamos un espacio cómodo desde el que poder trabajar y desarrollarnos”, aclara Torres. De esta forma se crea un lugar en el que el feedback y el apoyo creativo entre diversas técnicas convergen constantemente.

Con el paso del tiempo el concepto de taller se quedó corto, por lo han decidido dar el salto gramatical y estructural y cambiar taller por grupo: “Al final es una manera de estar que nos incluye a todos, con todas nuestras artes y nuestras ideas sin depender de estar en el mismo espacio físico”, aclara March. En esta combinación de espacio e idea nace originalmente lo que ahora es el Grup d’Acció Gràfica, o al menos así lo define Devicenti: “Tenemos el espacio y queremos hacer cosas, la idea del G.A.G es ir encontrando a gente que lleve el mismo plan también, y que quien quiera venir a hacer cosas y nutrirse que lo diga”. Gracias a esa filosofía se unen a la banda cuatro nombres más: Ana García es fotógrafa y formó parte antes del grupo que del taller, una vez se unió a todo aprendió serígafía en el T.A.G, Andrea Oliva está especializada en ilustración y muralismo, y el último mes se han incorporado el ilustradores Toni Llopis y Greta Ramos (quién también hace grabado). Todos ellos estén o no en el taller como tal conforman el grupo gráfico valenciano, que de momento se reúne Alquimia para anunciar el cambio de nombre con una exposición de la obra de sus integrantes.

El futuro de la obra gráfica

Así pues lo que antes era un espacio que se creaba de puertas hacia dentro ahora funciona más bien al revés, y además está en búsqueda y captura de nuevos integrantes. Actualmente el grupo está compuesto por una banda de 7, cada uno con su estilo artístico, sus técnicas y sus roles, aunque sin ninguna posición de liderazgo. Algo así como que cada uno viene de su padre y de su madre, y en la combinación conforman una familia artística de categoría: “Somos como una rueda, nos complementamos y trabajamos conjuntamente y eso hace que funcione todo”, aclara García. Para los integrantes esta propuesta es una oportunidad para que lleguen ideas nuevas, solo piden que puedan asumir y que estén de acuerdo en su línea de trabajo. Su discurso se basa en la idea de fomentar el diálogo entre impresores, diseñadores y artistas,  un diálogo que aporte discurso social, al territorio y a la lucha antifascista y sobre todo que esto se materialice y se produzca. 

“Mientras podamos asumirlo a nivel de estructura y esté de acuerdo con la línea es un gran sí”, aclara March muy convencido. Desde el grupo buscan siempre una reivindicación actual a través de la impresión tradicional, una forma de crear cosas interesantes y compartirla con los demás y de que pueda confluir un poco lo que cada uno de ellos sabe. Un proyecto que nace por parte de artistas inquietos, cada uno de un origen y sin estudios súper concretos que se levanta gracias al esfuerzo compartido y se rige por un único lema: “Aporta lo que puedas en la medida que puedas”. Una forma de reivindicar el arte apartándose de la idea de producir por producir y de hacer las cosas para generar comunidad, tal y como lo define Devicenti: “Queremos evitar un arte clasista y perseguimos la idea que sea para todo el mundo, nos gusta el arte sin dejar a nadie fuera”.