VALÈNCIA. Orriols es uno de los barrios más problemáticos de València. De eso son conscientes en el consistorio, donde el gobierno municipal está intentando desde hace meses activar planes específicos para el barrio en aras de impulsar la recuperación económica y social de una de las zonas más deprimidas de la ciudad. El último de estos planes se pone este mismo martes en marcha y es una propuesta que tiene por nombre Orriols se moviliza.
Desde Inserción Laboral, la regidora de Compromís Isa Lozano ha lanzado una iniciativa que tiene como fin el “empoderamiento” de los vecinos más necesitados. Así lo explicaba la propia concejala este lunes a Valencia Plaza. “Muchos de los parados de larga duración tienen la sensación de que no sirven para nada. Con esta propuesta lo que hacemos es incorporar a personal especializado que hará de los usuarios personas con más habilidades sociales para encontrar trabajo”, relata, “personas que podrán superar entrevistas de trabajo y descubrir sus propias habilidades profesionales y personales”.
El proyecto, intensivo e experimental, cuenta en esta primera fase con cuatro profesionales que han sido contratados a través de la concejalía de Empleo, que corresponde a la socialista Sandra Gómez. Asimismo, se ha puesto en marcha gracias a una subvención de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, que dirige la vicepresidenta Mónica Oltra, de Compromís como Lozano.
Se trata pues de un proyecto conjunto de administraciones, liderado por Lozano, y en el que se ha contado con la colaboración de los socios del Govern de la Nau y del Pacte del Botànic, una iniciativa que podría tener como lema aquella famosa frase de los setenta: piensa globalmente, actúa localmente.
Los perfiles profesionales de las nuevas técnicas (las cuatro son mujeres) son bastante similares, ya que son todas especialistas y con “una amplia experiencia en inserción laboral de colectivos vulnerables”, explicó Lozano. Así, si bien se pedían un mínimo de ocho años, las cuatro atesoran cada una más de 10 años, con un perfil de edad bastante similar, entre 45 y 58 años. Una directora de escuelas taller, una especialista que ha trabajado en pueblos de toda la Comunitat Valenciana, y personas con experiencia en la Fundación por el Empleo, serán pues las encargadas de esta primera cuña para corregir una coyuntura negativa pero ante la que el Ayuntamiento no piensa dar su brazo a torcer.
En esta primera fase de Orriols se moviliza el equipo de Lozano quiere partir con metas posibles y aspira a que, cuando llegue diciembre, al menos 40 vecinos del barrio (20 mujeres y 20 hombres), todos ellos en riesgo de exclusión, hayan conseguido un puesto de trabajo. En función del resultado de la iniciativa se ampliará a otros barrios. Con “una metodología muy personalizada para cada caso”, el Ayuntamiento de València quiere aprovechar su principal ventaja, que es estar al pie de la calle, para dar un golpe de timón y ofrecer a los vecinos más desfavorecidos algo más que un contrato precario: un poco de esperanza.