Un interino de la Comunitat cobrará lo mismo que Mónica Oltra con el complemento de carrera

VALÈNCIA. No es difícil que un funcionario autonómico de alto rango cobre más que un conseller en primera línea de la Generalitat. La situación se deriva de los años consolidados y sus retribuciones por antigüedad. Es un tema conocido que se extiende más allá de las fronteras de la Comunitat. Sin embargo, la sentencia del Supremo que se conoció la semana pasada abre la puerta a que los interinos comiencen a cobrar el complemento de carrera que antaño se les negó y, por ende, sus sueldos se equiparen a los de sus compañeros con plaza fija. También a las primeras figuras de la política autonómica, como pueden ser la vicepresidenta Mónica Oltra o la consellera de Sanidad, Carmen Montón.

Hablaríamos de un grupo minoritario de afortunados. No hay interinos ocupando cargos de subdirectores (cuyo sueldo anual, incluyendo la carrera profesional al 100%, es de 63.498,14 euros) ni tampoco jefes de servicio (61.514,03 euros). En cambio, sí hay al menos una decena, según datos sindicales, como jefes de sección, que alcanzan los 53.853 euros anuales, una retribución igual a la de un director general. Aunque no superan el sueldo de un conseller, que está fijado en 58.175 euros, apenas restan 4.322 euros anuales entre un empleado en situación de interinidad y uno de los mayores exponentes del Consell. De hecho, los jefes de sección con nivel 30 consolidado les rebasan y llegan incluso a los 59.468,07 euros, pero los interinos no consolidan años y no se encuentran en la misma situación.

El complemento de carrera para el rango A1 puede llEgar a los 12.487 euros anuales

De igual manera se aproximan peligrosamente, pero no rebasan el sueldo de un titular de Conselleria, los jefes de sección con nivel 24 (50.059,02 euros) e, incluso, los técnicos superiores de la Administración valenciana (48.210,25 euros). Todo ello es consecuencia del elevado porcentaje que representa el complemento de carrera profesional en la retribución funcionarial. Los empleados públicos de rango A1, que además ostenten un grado IV, pueden llegar a ingresar hasta 12.487 euros anuales como añadido a su nómina. Se ve reducido a 3.122 en grado I, que se determina en base a la antigüedad. Los miembros de las Asociaciones Profesionales y oficios cobran exactamente lo mismo, pero si tienen 22 años de antigüedad (esto es, llegan al Grado VI). En el escalón más básico, pueden percibir un complemento de 780,50 euros.

Cabe recordar que, si bien el sueldo de la vicepresidenta y los consellers está fijado en los 58.175,76 euros anuales, con complementos incluidos, en contados casos se limita a la base. Tanto Mónica Oltra, vicepresidenta y consellera de Igualdad, como Carmen Montón, consellera de Sanidad, perciben el mínimo. Sin embargo, el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, alcanza los 66.157,44 euros por el importe de trienios; un plus que también percibe Gabriela Bravo, consellera de Justicia y Administración Pública, a quien el sueldo se le queda en 66.647,30 euros, por su antigüedad en el sector público.

Entre los mejores pagados del Consell, Vicent Marzà percibe un plus por trienios de 1.085,80 euros y una indemnización por residencia de 8.144,64 euros, hasta alzarse con 67.406,20 euros anuales. Son alrededor de 10.000 euros menos que el president de la Generalitat, Ximo Puig, quien percibe una retribución de 68.292,12 euros, más una indemnización por residencia de 9.560,88 euros. En total, 77.853,00 euros.

Una cuestión impopular

El desequilibrio de que un funcionario de carrera cobre más que uno de sus superiores políticos ha intentado ser corregido en numerosas ocasiones. Sin ir más lejos, a finales del año pasado, el PSPV y Ciudadanos pactaban una enmienda a los Presupuestos de 2017 para que los altos cargos del Consell cobraran más que los funcionarios como norma general. La propuesta implicaba subirles los sueldos a los miembros del Consell, como mínimo, en 51.000 euros anuales, más el complemento de carrera profesional del grado IV. 

Ciudadanos terminó por retirar su apoyo y el PSPV decidió no impulsar la medida en solitario, por lo que quedó en agua de borrajas. Se trata de una cuestión impopular que ningún grupo quiere afrontar en solitario, especialmente sensible ahora que serán muchos más los beneficiados por la aplicación del complemento de carrera.