VALÈNCIA. Investigadores del Grado en Fisioterapia de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia han trabajado en el desarrollo de un juego de realidad virtual interactiva, a través de sensores de movimiento, para que los pacientes que reciben sesiones de hemodiàlisis hagan ejercicio físico.
Actividades como andar, levantarse de una silla o ponerse de puntillas son importantes, ya que la funcionalidad de los pacientes que reciben sesiones de hemodiálisis mejora cuando se realiza ejercicio físico durante el tratamiento. "El aspecto lúdico del juego ha ayudado a que los pacientes 'se enganchen' con mayor facilidad al ejercicio, registrándose mejoras en su movilidad", según señalan los autores del estudio.
La investigación, que forma parte de la tesis doctoral de Borja Pérez Domínguez, ha sido dirigida por la profesora del Grado en Fisioterapia del CEU-UCH, Eva Segura Ortí, quien implantó el primer programa de ejercicio durante la hemodiálisis en España, en el Hospital General de Valencia, en el año 2005, informa la institución académica a través de un comunicado.
Este último estudio forma parte de una de las líneas de investigación del Grupo Fisioterapia en la mejora de la calidad de vida del CEU-UCH, cuya investigadora principal es la doctora Segura. En esta ocasión, la investigación se ha realizado sobre pacientes de la Unidad de Hemodiálisis del Hospital de Manises (Valencia), todos ellos con más de tres meses en tratamiento de hemodiálisis y una condición médica estable para la realización del ejercicio, con la colaboración del personal de Enfermería y Fisioterapia del Hospital.
Según destaca Borja Pérez Domínguez, doctor por el CEU-UCH, "el objetivo del estudio ha sido comparar por primera vez un programa de entrenamiento intradiálisis mediante realidad virtual con un programa de entrenamiento intradiálisis convencional, durante un mes, para determinar su eficacia sobre la capacidad funcional y también sobre la adherencia al ejercicio de personas en hemodiálisis".
Con la colaboración del doctor José Antonio Gil, de la Universitat Politècnica de València (UPV), los investigadores han adaptado el videojuego de "la caza del tesoro" de un dispositivo de realidad virtual a las condiciones del ejercicio durante la hemodiálisis.
"Mientras el sujeto está tumbado realizando su sesión de hemodiálisis, la cámara Kinect actúa como receptor del movimiento de sus piernas, que deben moverse para alcanzar tesoros y también para evitar los obstáculos virtuales del juego", explica Borja Pérez. Los resultados del grupo de pacientes que practicaron el juego se compararon con los del grupo que realizó ejercicio combinado aeróbico y de fuerza y resistencia, con bicicleta estática y pesas durante la sesión de hemodiálisis.
Entre los resultados del estudio diseñado en el CEU-UCH, el doctor Pérez Domínguez destaca que "treinta minutos de este juego consiguieron mejorar la funcionalidad, en actividades como andar, levantarse de una silla, ponerse de puntillas o permanecer en equilibrio sobre un pie, de forma equiparable a programas combinados de ejercicio aeróbico y de fuerza-resistencia.
Por tanto, la utilización de la realidad virtual para la realización de ejercicio físico podría suponer una alternativa al ejercicio convencional para la mejora global de la condición física de sujetos en hemodiálisis, ya que se entrena la fuerza, realizando contracciones para desplazar el miembro inferior para alcanzar los objetivos marcados, y también la resistencia aeróbica, al tener que mantener el ejercicio durante tres minutos para cada uno de los niveles que el sujeto va completando.
Pero lo más destacable de este tipo de ejercicio a través del juego virtual es que "consigue que los sujetos realicen significativamente más sesiones de ejercicio que en el caso de la combinación de bicicleta y pesas. Es el aspecto lúdico del juego lo que ayuda a que los pacientes de diálisis 'se enganchen' con mayor facilidad al ejercicio", destaca Borja Pérez.
La tesis doctoral de Borja Pérez Domínguez, desarrollada en la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia bajo la dirección de la doctora Eva Segura Ortí, ha obtenido la calificación de Sobresaliente Cum Laude. El tribunal que otorgó la máxima calificación académica a su investigación, defendida en el CEU-UCH, ha estado presidido por Antonio Gómez, de la Universidad Murcia, Vicente Esteve, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y Juan José Amer, vicedecano del Grado en Fisioterapia del CEU-UCH.