El magistrado Salvador Vilata tiene aprobada una comisión de servicio por la Sala de Gobierno del TSJCV que espera el visto bueno del CGPJ
VALÊNCIA. Los sobresaltos en los juzgados de lo Mercantil se suceden uno tras otro. A la suspensión de un mes al magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de València, Salvador Vilata, por intromisión en la potestad jurisdiccional de una compañera, según informó este sábado Las Provincias, se une ahora que, ese mismo juez, ha solicitado una comisión de servicio en la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Valencia, tal y como ha podido saber Valencia Plaza.
Al parecer, los problemas de Vilata en Mercantil habrían sido, según las mismas fuentes, las que le han llevado a pedir esta comisión. Una comisión que, si bien es cierto que es en un órgano superior, no deja de ser también cierto que solo es para resolver asuntos de claúsulas suelo y temas bancarios menores, algo que no ha pasado desapercibido para quienes saben del tema.
Por el momento, Vilata tiene el visto bueno de la Sala de Gobierno de tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, pero ahora falta que el Consejo General del Poder Judicial, el máximo órgano de los jueces, apruebe dicha comisión. La reciente suspensión podría suponer un problema, ya que si el juez no recurre la decisión deberá abandonar su puesto durante un mes dejando, o bien lo Mercantil o bien la Audiencia sin magistrado.
Los problemas de Salvador Vilata con la comisión disciplinaria del CGPJ comenzaron con la denuncia de uno de sus compañeros. Otro de los jueces no vio ni normal ni lícito que el juez realizara una resolución en un proceso judicial que no llevaba él, sino la juez de refuerzo de su juzgado, cuyas atribuciones en materia de trabajo venían delimitadas por las normas de reparto aprobadas por la Sala de Gobierno del TSJCV. Vilata se tomó unas atribuciones que van mucho más allá de lo que le compete y, por ello, ha sido sancionado.
Según ha podido saber Valencia Plaza, en un procedimiento abierto para un juicio de la empresa Urbem que llevaba su compañera de juzgado, Salvador Vilata emitió un auto anulando otro anterior de la magistrada. Vilata hizo eso siendo él el magistrado que llevaba el concurso de la citada empresa Urbem, ya que había dos procedimientos diferentes de la misma empresa y, cada uno de los jueces del juzgado llevaba uno de ellos de forma independiente del otro. De hecho, fuentes consultadas por este periódico aseguran que el auto de Salvador Vilata estaba hecho de tal forma que "le venía muy bien para el concurso".
Las fuentes hablan de una gravedad extrema en el comportamiento del magistrado ahora suspendido y afirman que "es como si el juez de la Operación Taula se fuera al juzgado que lleva Cooperación e hiciera un auto sobreseyendo la causa con Blasco. Todo el mundo pediría algo más que un mes de suspensión". "Pero esto es Mercantil...", apostillan.
La denuncia a Vilata tenía, además, otras dos partes sobre las que la Comisión Disciplinaria del CGPJ han decidido no actuar. Por un lado, unas presuntas irregularidades en la concesión de concursos que no han podido ser demostradas, aunque, llama poderosamente la atención que los nuevos concursos que entran en Lo Mercantil ya no los llevan los jueces titulares.
Por otro, una serie de retrasos que paralizaron durante más de un año dos procedimientos abiertos en su juzgado. Con respecto a este último punto, la comisión ha decidido no sancionar al juez porque el índice de resoluciones que tiene es bastante elevado y, no creen que el retraso se hiciera de forma consciente.