VALÈNCIA. Se estrenaba la obra de David Moliner, Alma grial. Mística para gran orquesta, en la que el joven compositor despliega un ambicioso fresco orquestal con evocaciones y citas a la naturaleza a lo largo y ancho de sus veinte minutos haciendo un uso interesante de la percusión pues Moliner desarrolla su labor musical como percusionista. La orquesta de Valencia y Liebreich tradujeron con implicación los novedosos y arduos compases aunque me temo que el sonido global y el equilibrio entre la cuerda y el resto de la formación se vio perjudicado por una acústica de la sala que no jugó a favor de la música. Aplaudido por un público que llenaba la sala en más de las tres cuartas partes del aforo, el joven compositor valenciano acudió a saludar desde el borde del escenario y a intercambiar felicitaciones con el director alemán.
Sin duda lo mejor de la velada fue el espectacular concierto para violín de Khachaturian en una lectura absolutamente magistral del joven músico armenio Sergey Khachatryan. Se nos acaban los calificativos para definir con la justicia que merece toda la música emitida por el violín del artista residente del Palau de la Música. Para empezar, y desde los primeros compases, hizo gala de un volumen y calidez en el sonido a prueba de la difícil sala y de la brillante orquestación de esta obra, uno de los últimos grandes conciertos “clásicos” escritos para este instrumento, pues fue estrenado bien entrado el siglo XX, concretamente en el año 1940. La interiorización de esta música por parte de Khachatryan es algo que se supone pero es que además lució una digitación pasmosa, “de no creérselo”, y a la par una afinación perfecta en todo momento con las modulaciones del sonido del folclore de aquel país del Cáucaso con un pie en Europa y otro en Asia.
Si bien en los movimientos extremos se mostró absolutamente deslumbrante en sus pasajes más dados a la pirotécnia, en el central con el más bello tema de toda la obra, demostró una sensibilidad poética y un lirismo imposible de superar. Excelente el acompañamiento de Liebreich a lo largo y ancho de los 35 minutos, y siempre a la altura del excepcional solista. Cuando la obra lo demanda, el director muniqués, lejos de supeditarse al solista mostró sus mejores armas luciendo brillantez orquestal y respondiendo sus músicos con gran solvencia. Mención especial para el clarinete de en el segundo movimiento de José Vicente Herrera. Los aplausos y bravos del público no se hicieron esperar y precedieron a una emotiva obra de propina que, como es habitual pertenece al acervo musical de Armenia, y que suelen ser de una gran intensidad emocional y en la que Khachatrian se muestra como un consumado maestro que nos conmovió a todos los presentes.
Tras el receso la problemática y magistral Inacabada de Schubert en una versión para la que Liebreich optó por rodearse de una cuerda amplia con el fin de abordar una lectura de grandes sonoridades, robusta, un tanto pesada. Una intensidad demasiado franca, por lo que le eché en falta más sutilezas, elegancia y sobre todo misterio y drama interior. Sí que procuró exponer las distintas voces existentes más allá de la línea principal, pero en la lectura general se emplearon brochazos quizás demasiado gruesos. Faltó algo de transparencia en algunos pasajes como en el segundo movimiento, en el pasaje más dramático del movimiento y en su reexposición con las “desesperadas” escalas descendentes de la cuerda de carácter contrapuntístico que apenas se escucharon desde el patio de butacas, dentro del magma sonoro desplegado. Hay que decir, no obstante, que la orquesta tradujo la visión de Liebreich de forma más que notable con unos primeros atriles a la altura de las circunstancias.
Ficha técnica
Jueves 2 de febrero de 2023
Auditorio del Palau de Les Arts
Obras de David Moliner, Aram Khachaturian y Franz Schubert
Sergey Khachatryan, violín
Orquesta de Valencia
Alexander Liebreich, director musical
La Habitación Roja, Doña Manteca, La Plata, Novembre Elèctric y Andreu Valor protagonizan 'Les Arts és Músiques Valencianes', del 24 de enero al 9 de febrero de 2025
El programa incluye el exigente ‘Concierto para piano’ de Ravel y su imprescindible ‘La Valse’ junto con el poema sinfónico ‘Le Chasseur maudit’ de Franck