CONVIENE SABER / OPINIÓN

Un nuevo curso de desgobierno

3/09/2024 - 

La llegada de septiembre pone fin a las vacaciones y, con ello, se da inicio a un nuevo curso político. Sin embargo, en la Comunitat Valenciana, el síndrome postvacacional se presenta más duro de lo habitual, ya que, a la descompresión propia de estas fechas, se añade el largo listado de exigencias al Gobierno de la Generalitat por parte de una sociedad valenciana que se ha sentido abandonada durante todo el periodo estival.

Un verano cargado de recorte de derechos, de impagos y de demagogia estéril que no ha servido para solucionar ni un ápice los verdaderos problemas de las personas a las que debería haber dado respuesta el Gobierno valenciano.

Tras un verano en blanco, el máximo responsable del Consell, Carlos Mazón, reaparece para contarnos a bombo y platillo una ridícula propuesta en la que apenas ofrece 104 puestos durante diez meses en el Sector Público de la Generalitat a personas jóvenes desempleadas. Una medida que presenta como propia pero que con el Consell de Ximo Puig beneficiaba a más de 500 jóvenes durante un año. Y lo hace tras haber recortado drásticamente el resto de planes de empleo que con el anterior gobierno daban oportunidades reales a miles de jóvenes. Es una muestra de lo fuera de la realidad que se encuentra el señor Mazón o de lo poco que conoce las necesidades de los jóvenes valencianos.

Y es que durante estos primeros trece meses el Gobierno valenciano no se ha cansado de defraudar a la vecindad valenciana que continúa a la espera de respuestas claras y apuestas decididas en materias fundamentales que sí afectan de manera clara a su día a día.

Seguimos esperando que el Consell ponga en marcha políticas reales, como hace el Gobierno de España para dar respuesta al problema de la vivienda. Es una realidad incontestable que, ante la peor crisis en materia de vivienda de este país, el Gobierno de Mazón ha recortado drásticamente el presupuesto destinado a las ayudas a la vivienda, donde la mitad de las familias que han solicitado esta ayuda, aún cumpliendo los requisitos, se quedarán sin recibirla porque este Consell ha decidido cambiar sus prioridades.

Ha decidido recortar las ayudas al alquiler a más de 1.200 jóvenes a cambio de bajarle los impuestos a las rentas más altas. Y es que esta es la verdadera respuesta de las políticas de Mazón a la mayoría social de la Comunitat Valenciana.

Seguimos esperando que el Consell se tome en serio las políticas sociales y deje de ser el problema de las familias y de las personas que necesitan acceder a una ayuda de la dependencia para sobrevivir. Con cerca de 20.000 solicitudes de dependencia sin atender, cifra que duplica laque dejó el anterior gobierno, la Generalitat está más preocupada por maquillar la estadística y continuar con su estrategia de ataque al Gobierno de España que en esforzarse por resolver este problema que está bajo su exclusiva responsabilidad.

Y seguimos esperando las respuestas del Consell de Mazón en sanidad, donde hemos vivido un verano terrible en el que los centros de salud y los hospitales han sido escenario de su nefasta gestión, con un mapa de la vergüenza sanitaria que ha ido creciendo día a día con listas de espera interminables, falta de sanitarios en centros de salud o falta de aire acondicionado en hospitales, además de observar con perplejidad el aplazamiento del pago de la deuda millonaria de la sanidad privada con la Generalitat.

En materia educativa no tenemos mejores noticias. A las puertas del inicio de un nuevo curso escolar, están a la espera de destino más de 3.000 docentes, con el consecuente perjuicio que esto supone tanto para los profesionales y sus familias como para una correcta y eficiente planificación del curso escolar en los centros.

Sabedores de la necesidad de seguir apostando por la formación profesional, empezamos curso en la Comunitat Valenciana con 15.000 plazas menos, que se traducirán en aulas más saturadas y menos diversidad de la oferta. Pero el Consell esconde estos recortes con nuevas oportunidades que ofrece la Ley de FP del Ministerio de Educación, que convierte toda la formación profesional en formación dual.

Y como cierre a esta lista de despropósitos está la pésima ejecución presupuestaria. Los datos de julio confirman la parálisis en la que está instalada el Consell con un retroceso de la ejecución de las inversiones directas e indirectas del 14% respecto del año pasado, lo que se traduce en una reducción de la inversión de más de 130 millones. Ni mejor gestión ni mayor ejecución.

Estamos, en consecuencia, ante un inicio de curso político con un Gobierno valenciano débil, inestable y sin vocación de resolver los verdaderos problemas de las valencianas y los valencianos.

Estamos ante un Consell en minoría que ha sido abandonado por la ultraderecha en plena luna de miel pero que mantiene la llama de sus políticas ultra asumiendo como propias iniciativas vergonzosas como la mal llamada Ley de Concordia, que esperamos que sea suspendida más pronto que tarde gracias al recurso del Gobierno de España.

Un Consell sin propuestas propias que sigue viviendo de la herencia recibida y que continúa sin dar la cara ante las grandes cuestiones que debe resolver como responsable de la gestión de las competencias que derivan del autogobierno.

Y mientras el máximo responsable de todas estas cuestiones, el señor Mazón, está más preocupado por lo que sucede o sucederá en otros territorios, el Partido Popular y su presidente, Núñez Feijóo, no necesitan a la oposición para ponérselo difícil.

Hoy, concretamente, declarándose abiertamente en contra de la condonación la deuda. Estoy segura de que el jefe del Consell no tardará en salir a arremeter contra Pedro Sánchez. Mientras tanto, las personas jóvenes desempleadas, las personas dependientes, las personas enfermas, el profesorado, y toda la sociedad valenciana seguirá a la espera.