VALENCIA, (EP). El oficial de oficio en València Sud en el momento del accidente de metro de 2006, José Jesús Valencia, ha señalado este lunes que "una baliza habría parado el tren", de modo que "puede que hubiera llegado a descarrilar, pero habría evitado 43 muertos". También ha señalado que los libros de averías "se tiraban a la basura".
Valencia ha comparecido en las Corts Valencianes, en la comisión de investigación sobre el accidente del metro de 3 de julio de 2006, que dejó 43 muertos y 47 heridos. Al inicio de su intervención, ha explicado que trabajaba en el Consorcio Valenciano de Transportes (CVT) y pasó en el año 2003 a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. En concreto, estuvo en Valencia Sud hasta 2009 y desde ese año pasó a los talleres de la avenida Hermanos Machado.
José Jesús Valencia, quien ha dicho que FGV estaba muy jerarquizada, ha señalado que en el momento del accidente era "una empresa insolvente" y ha dicho que no le cabe "la menor duda" de que "una baliza habría parado el tren. Puede que hubiera llegado a descarrilar, pero habría evitado 43 muertos".
En cuanto a las ventanas, ha manifestado: "Es evidente que la situación de los cristales tuvo que ver con la mortalidad del accidente". Ha explicado que las ventanas tenían marcos completamente lisos, los cristales se metían con una goma y se utilizaba "silicona doméstica" para rellenar los huecos.
"Como nunca había pasado nada, no le daban importancia, pero me llamaba la atención que, por ejemplo en Fallas, por la aglomeración de gente, algunas ventanas por algunas esquinas llegaban para reparar porque se habían salido del marco", ha indicado.
José Jesús Valencia, quien participó en la última revisión que se hizo de la unidad siniestrada, ha destacado que los libros de averías "se tiraban a la basura directamente", pero ha señalado que les parecía "normal" porque "se informatizaban en la oficina técnica". En cualquier caso, no cree que constara en él "un fallo mecánico o de revisión" y considera que las casusas del accidente fueron "el exceso de velocidad y la falta de corrección de ese exceso de velocidad con medidas de carácter técnico".
Preguntado por si hubo "presiones" para que todos los que comparecieron en la comisión de investigación de 2006 mantuvieran la versión de la empresa, Valencia ha destacado que "si alguien afirmara que han sucedido, no me extrañaría", pero ha señalado que no le constan y que sobre él no hubo "aleccionamiento".
En cuanto a si entró gente en la unidad siniestrada, ha dicho desconocerlo. "He leído que entraron, pero si entró alguien no sería por iniciativa propia. Sería por decisiones a nivel de gerencia", ha apostillado.
Durante su intervención, ha indicado que "las UTA no estaban obsoletas", pero que "los maquinistas iba muy rápido", porque "están sometidos a una presión constante por cumplir los horarios". En este sentido, ha dicho que habido sanciones por incumplimiento de horarios.
En su opinión, "se pretendía suplir con velocidad la falta de material" y, al respecto, ha añadido que "si esto es así, hay una responsabilidad directa de aquellos que determinaron que los trenes tenían que correr más".
Para José Jesús Valencia, "uno de los problemas serios de esta empresa, que continúa ocurriendo en la actualidad, es la falta de presupuesto e inversiones", por lo que ha destacado que era "normal" que se reutilizaran piezas de los trenes.
A su juicio, "los medios destinados al transporte y a los talleres no siempre se destinaban a esos fines", por lo que existía "escasez de medios". No obstante, ha subrayado que tras el accidente "se hizo una inversión enorme", ya que se compraron 62 trenes y se retiraron 18.
También ha apuntado que hace años "no se tenía la constancia y la responsabilidad sobre prevención de riesgos" y, de hecho, ha asegurado que "hubo un momento en el que ni siquiera se hacían revisiones médicas", aunque "después se incrementaron y se hicieron más rigurosas las condiciones para ser maquinista". Según ha resaltado, en la actualidad FGV es "una empresa segura, aunque todavía quedan cosas por hacer".
Por otro lado, ha señalado que en los talleres de Valencia Sud no existe turno de noche, pero hay gente de guardia que "trabaja no ocho, sino 10, 12, 14 o 16 horas". En cuanto a las reparaciones, ha señalado que "nunca sale un tren con averías si afectan a la seguridad o si se puede quedar parado en un túnel", aunque "sí podían salir con una luz fundida o un detalle menor, como un asiento rasgado".
Durante su intervención, ha lamentado que "todos entramos en una época de amnesia", por lo que ha pedido "perdón" a los familiares de las víctimas porque "todos nos olvidamos del accidente". Asimismo, ha dicho que para algunos responsables de la empresa "el accidente fastidió el gran evento" de la visita del Papa a Valencia, porque suponía "una mancha en su expediente".