VALÈNCIA. (EP). Miguel Ángel López Bermúdez, psicoterapeuta y psicólogo especialista de la Clínica CEPSI de Bailén (Jaén), ha explicado que "el problema psicológico fundamental por el que se demanda tiene que ver con trastornos emocionales" como "la depresión o la ansiedad" pues "estamos viviendo en un periodo en el que se psicologizan constantemente problemas cotidianos".
López Bermúdez, que codirige asimismo el curso 'Las psicoterapias contextuales: avances recientes' de los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en Baeza (Jaén), ha señalado el amplio uso de la psicología "en un rango de edad muy extenso" que va desde "niños cuyos padres entienden que necesita de ayuda psicológica para resolver sus problemas" hasta "personas mayores", pasando igualmente por "adolescentes y adultos". "Aunque si bien es cierto que aquel que reclama estos servicios suele estar en un rango de edad medio", ha especificado.
Esto se debe a que "la psicoterapia se puede aplicar a cualquier persona que entienda que está sufriendo psicológicamente" y "quiere dar un vuelco a su vida". Se pueden llevar a cabo "tanto en la psicología privada como en centros ambulatorios que forman parte del Servicio Andaluz de Salud".
No obstante, López Bermúdez ha incidido en que "la psicología está abierta a todo aquel que quiera mejorar su bienestar mental" dependiendo "de lo que esa persona está pasando y de cómo comprenda que deba resolver sus problemas".
"Todo tiene que ver con la motivación de cada persona a la hora de buscar ayuda profesional" pues que "no todas las personas que pasan por una consulta tienen un problema en el sentido psicopatológico" ni "todos los que podrían necesitar de la terapia de un psicológo clínico se prestan ni dispuestos a ir" porque "tienen la conciencia de que lo que les ocurre no es tal".
Entre las tendencias actuales en el campo de la psicología destacan las contextuales o de tercera generación, las cuales nacen "por la falta de éxito de las psicoterapias tradicionales en algunos problemas como la inflexibilidad psicológica". Dichas tendencias "son más eficaces y cada vez están teniendo más difusión al considerar el lenguaje y la cognición de manera funcional". Ahondan en un enfoque global "teniendo en cuenta la situación de la persona y de qué manera el entorno ha hecho que tenga ese comportamiento".
"En lugar de abordar los síntomas --añade el especialista-- de manera directa, estas psicoterapias nos ayudan a que seamos nosotros los que controlemos esos sentimientos que, por otra parte, son absolutamente normales en cualquier persona" y de esta manera "no permitir que sean esos trastornos los que controlen nuestra vida y nos ataquen emocionalmente ni psicológicamente".
Otra de las vertientes sería la terapia analítica funcional que "en un porcentaje muy alto se basa en una relación extremadamente cuidada entre paciente y psicólogo" para "favorecer la máxima comodidad de ambos". "Se persigue un análisis individualizado de los trastornos del paciente y la posterior intervención del psicólogo" poniendo el acento "en la necesidad de retroalimentación entre ambos".