VALENCIA. En lo profesional el año de la declaración de las Fallas como Patrimonio Inmaterial de la Humandiad por la UNESCO ha supuesto mucho. Para mí, pero también creo que también para el colectivo de diseñadores valencianos. La concejalía de Cultura Festiva entendió de la importancia del diseño, no trató de utilizarlo como pieza decorativa, sino como elemento de identidad clave y tuvo la habilidad de proponerme la vinculación de la campaña de Fallas 2016 a la candidatura ante la UNESCO.
Los objetivos eran tan ambiciosos que no supe solucionarlo con un sólo cartel y desarrollé toda la campaña que ahora parece que llega a su fin con las ultimas piezas gráficas que aluden a la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Se ha podido comprobar que el cartel sigue siendo una herramienta útil de comunicación, no como elemento aislado, pero sí como estandarte visible de la campaña, a partir del cual se desarrollen el resto de elementos coordinados.
Esta consideración de la UNESCO debe servir para que todos, falleros y no falleros, revisemos nuestra mirada a la fiesta. Las fallas es algo bueno y en ellas cabemos todos. Hay ciertos aspectos de la fiesta que no hay que descuidar, los esenciales, aquellos que la Unesco ha valorado, pero también son una enorme oportunidad para los artistas visuales y los profesionales del diseño, la ilustración y la arquitectura; y las tenemos aquí. Unos y otros tenemos que ser conscientes de lo que tenemos, y aprovecharlo.
Creo que esto que ha pasado es un motivo para estar unidos alrededor de algo, para estar orgullosos. Un poco de autoestima nos viene muy bien.
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Ibán Ramón es diseñador; el encargado de los carteles de las Fallas de 2016 y campaña #FallesUNESCO a partir de los mismos