VALENCIA. Un testigo declaró este viernes ante la titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, Delia Morente, tras aportar pruebas sobre el presunto fraude en la facturación de Exploraciones Radiológicas Especiales (Eresa). El juzgado investiga no solo fraude fiscal sino también un fraude en subvenciones europeas. El testigo que ha aportado las pruebas es el mismo empleado que denunció coacciones por desvelar el borrado de datos de facturación de la empresa.
Los registros de facturación presentados por el exempleado -fue despedido-, desglosados en años y meses, vendrían a demostrar en su opinión que las pruebas que facturaban las empresas vinculadas a la familia Saus, Sun Chiz e Iberdiagnosis, a Eresa nunca se habrían realizado y que consistían en recuperar pacientes de años anteriores. En el mes de febrero declararon como investigados los dos radiólogos que firmaban las pruebas presuntamente fraudulentas.
Tanto Almudena Lucas como Vicente Belloch afirmaron en aquella ocasión que todas las pruebas facturadas a Eresa por empresas vinculadas a la familia Saus correspondían a pruebas reales, a pesar de que eran miles y que una de las empresas investigadas sólo tenía un empleado. La explicación que dieron es que con los avances de la telemedicina era posible realizar todas las facturaciones.
Según el Ministerio Fiscal y el auto de imputación emitido por la jueza “aparentemente, el consejero delegado de Eresa, Vicente Saus, encargó en 2008 a Vicente P., de Sun Chiz, la prestación de servicios médicos consistentes en la realización de informes radiológicos y atención al paciente en todos sus centros, con total disponibilidad geográfica y horaria, y la entidad Sun Chiz carecía de los medios materiales y humanos necesarios para la realización de los servicios encomendados por lo que, a través de un contrato suscrito por Vicente P. y Vicente Saus se subcontrató a Iberdiagnosis SL la prestación de los servicios de resonancias”.
Así, Sun Chiz facturaba a Eresa por unos servicios que, a su vez, le eran aparentemente proporcionados a Sun Chiz por Iberdiagnosis, que, a su vez, emitía las facturas a su supuesto cliente Sun Chiz. Aunque, “en realidad, toda esta operativa no era más que una simulación con el objetivo de facilitar a Eresa la disminución de sus bases imponibles mediante la deducción de gastos ficticios”.
En su declaración del pasado 14 de diciembre en calidad de imputado, Vicente Saus aseguró que “las facturaciones entre sus empresas Eresa, Sun Chiz e Iberdiagnosis SL son totalmente legales”. Pero dentro de la declaración hecha ante la juez de instrucción del caso, Saus dijo que "la creación de Sun Chiz ha sido una de las peores ideas empresariales" que ha tenido, pero añadió que él con sus empresas hace lo que quiere. Lo mismo declaró su hija Marta, actual máxima ejecutiva de Eresa, que compareció ese mismo día también como investigada.