VALÈNCIA (EP). La artesanía tradicional y el futuro de la pirotecnia valenciana han protagonizado este sábado en València la 'Nit de l'Espolí', un espectáculo atronador que, por primera vez, dos semanas antes de las Fallas 2017 y a 24 horas de la tradicional Crida ha tejido con pólvora el diseño floral del espolín -tejido valenciano- de la Fallera Mayor de València, Raquel Alario.
El pirotécnico de nueva generación Ricardo Caballer, de la pirotécnica Ricasa, y Vicente Enguídanos, maestro sedero conocido como 'El último Velluter', han encendido ante miles de valencianos la mecha de este espectáculo coronado con una mascletà vertical nueve veces más potente que las que se disparan en la plaza del Ayuntamiento, que se ha prolongado durante 11 minutos.
La pólvora ha salido disparada desde una gran plataforma a 50 metros de altura entre los puentes de las Flores y la Exposición que cruzan el antiguo cauce del río Turia, según ha informado en un comunicado la cervecera Amstel como patrocinadora de las fiestas.
Esta peculiar mascletà ha contado con "innovaciones nunca antes realizadas" como la alternancia de planos horizontales y verticales, por lo que ha marcado "todo un hito" en la historia de las fiestas josefinas justo en el primer año del reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Así, por primera vez, el futuro de uno de los "iconos" de las Fallas se encontró con una de sus tradiciones "más antiguas y fascinantes", la pirotecnia y la sedería, respectivamente, que se han dado la mano en "un disparo insólito que sorprendió al público desde el primer momento", destacan desde la organización de la 'Nit de l'Espolí'.
Sobre una estructura de 400 metros cuadrados situada a 50 metros de altura, la pólvora ha sustituido al hilo de seda para tejer el 'Espolín Fallera Mayor de Valencia', un diseño exclusivo de Junta Central Fallera (JCF) que desde 2001 lucen en sus vestidos las máximas representantes de las fiestas gracias a las manos expertas de los artesanos que, uno a uno, atan los miles de hilos que componen este estampado floral.
Este "exquisito" trabajo ha saltado por primera vez de la indumentaria tradicional al cielo en una imagen impactante que los miles de asistentes al espectáculo han inmortalizado con sus teléfonos móviles. Al innovador arranque de la 'Nit de l'Espolí' le ha seguido un disparo nueve veces más potente y el doble de largo que el de las mascletaes que se celebran desde el 1 de marzo en la plaza del Ayuntamiento de València.
Nuevas carcasas y efectos, luces y hasta 12 colores formaron parte de un espectáculo "cargado de innovación", que ha combinado elementos propios de los disparos diurnos con nocturnos, junto a momentos que han servido para "marcar un antes y un después" en la historia de la pirotecnia valenciana.
El punto álgido ha sido el terremoto final, que ha contado con "algo que jamás se había hecho: alternar el plano vertical con el horizontal". El disparo ha comenzado con hasta 1.000 truenos situados de forma tradicional sobre el antiguo lecho del Turia.
La sorpresa ha llegado cuando el fuego ha enlazado con una plataforma sujeta por dos grúas a 45 metros de altura donde otros 1.000 truenos todavía más potentes han estallado para tejer nuevamente con pólvora el 'Espolín Fallera Mayor de Valencia'.
Con la euforia del público "desatada", a partir de ese momento se ha desencadenado un cierre aéreo apoteósico, que hará recordar este espectáculo "no solo como uno de los más sorprendentes jamás disparados en la ciudad, también como uno de los más atronadores y emocionantes", aseguran desde la organización.
La Fallera Mayor 2017 se ha mostrado "impresionada" por haber podido ver en lo más alto, en el cielo, el espolín que la distingue como máxima exponente de la fiesta y en los tonos rojos que ella ha elegido, pues cada año varían a elección de quien ostenta el cargo.
Raquel Alario y su corte, junto a autoridades y representantes de las instituciones valencianas, han celebrado el éxito del espectáculo en una recepción tras el evento en el Palacio de la Exposición de València.
Para la cervecera, esta iniciativa sirve como arranque del #MovimientoEspolín, una serie de acciones que Amstel dará a conocer la próxima semana y que nacen con el objetivo de reivindicar y revalorizar una de las más ricas tradiciones de la cultura fallera, un tejido con más de cinco siglos de historia que es fruto del esfuerzo, habilidad y arte de los maestros sederos. "Todo un símbolo del espíritu de esta fiesta".