VALÈNCIA. Orejas y rabo. A Isabel Díaz Ayuso le faltó salir a hombros de la comida con la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) celebrada este viernes en el hotel SH Valencia Palace. La presidenta madrileña hizo un discurso muy del agrado de los presentes que recibió un largo aplauso y en la comida posterior se encontró como en casa, con un público muy a favor que aplaudió no solo sus respuestas sino algunas de las preguntas que la invitada se alegró de que le hicieran.
Al contrario que con otros invitados, con los que la comida se organiza en una mesa alargada, hubo que disponerla en mesas redondas como en una boda, dada la gran afluencia de socios de AVE, además de los 15 empresarios madrileños que acompañaban a Díaz Ayuso y los dirigentes del PP valenciano Carlos Mazón y María José Catalá. En total, unas 110 personas.
Entre las ausencias, una destacada, la del presidente de la CEV, Salvador Navarro. Una ausencia que se comentó entre algunos empresarios con cierta maldad porque a Navarro se le atribuye cierta afinidad con el Gobierno de Ximo Puig, con el que Ayuso estuvo respetuosa sin dejar de criticar con dureza sus políticas, sobre todo la fiscal. Navarro no estuvo, según aclaró él mismo a este periódico, porque tenía junta directiva de la CEV en Alicante.