MADRID (EP). El volumen de transacciones que se realiza en las oficinas bancarias se reducirá cerca de un 25% para el 2020, según consta en el informe 'Riesgos e incertidumbres de la banca española en 2017' elaborado por BDO, en el que pone de manifiesto que las entidades podrían cerrar entre 5.000 y 10.000 sucursales en los próximos cinco años.
BDO recuerda que en los últimos años se ha llevado a cabo una fuerte reestructuración en el sector financiero español que ha reducido en un 26% el número de oficinas bancarias, pero apunta que este proceso no ha ido acompañado de la transformación "profunda" que necesita el modelo de banca tradicional. Según expone, estos cambios estructurales afectan a los canales tradicionales de llegada al cliente, al tipo de relación con el cliente y a la carga operativa soportada por las sucursales.
Así, subraya que desde el año 2012, el porcentaje de clientes que utiliza el canal tradicional ha caído de un 58% a un 26%, dando prioridad a otros canales alternativos que impulsan el nacimiento del cliente multicanal.
Este dato, indica BDO, está relacionado con la penetración que tiene el uso de Internet en la banca española, que ha pasado del 16% en 2007 al 39% actual, cifra aún alejada de la que registran otros países europeos.
"A la hora de abordar la transformación digital, los bancos se encuentran con multitud de complejidades derivadas de la rigidez y redundancia de sus estructuras, la existencia de funciones aisladas dentro de la organización y la dependencia, aún importante, en este modelo de la banca tradicional", apunta el informe.
BDO cree que la relación con el cliente será "más exigente" en el futuro y de mayor valor añadido, "siendo necesarios conocimientos específicos sobre regulación bancaria y productos financieros más complejos".
El informe detalla que el sector financiero "tiene la imperiosa necesidad" de enfrentarse a un nuevo proceso de consolidación en el que no sólo se tendrá en cuenta el impacto de las nuevas fusiones y adquisiciones, sino que también primará conseguir un uso "más eficiente y especializado" de los recursos en la oficina. En este sentido, subraya que la baja rentabilidad está llevando a algunas entidades a acelerar sus planes estratégicos para responder a la transformación en plazos más cortos.
Es por ello que las entidades españoles reducirán oficinas en los próximos cinco años, harán frente a la transformación digital y a la irrupción de nuevos competidores, pondrán en marcha nuevos modelos de negocio y profundizarán en el conocimiento del cliente como clave para el desarrollo del negocio.