VALÈNCIA. Desde el 1 de enero de 2021, el Reino Unido se ha convertido en un país tercero para las empresas exportadoras valencianas. Afortunadamente, el acuerdo alcanzado con la Unión Europea a última hora, el 24 de diciembre del 2020, ha permitido eliminar los aranceles y cuotas de exportación entre ambas partes, lo que hubiesen supuesto unos costes de unos 600 millones de euros solo para el comercio exterior entre la Comunidad Valenciana y el Reino Unido. Igualmente positivo es que se ha alcanzado un acuerdo de colaboración en materia de pesca, gobernanza, servicios, laboral, etc., lo que favorecerá las relaciones socio económicas entre ambos bloques, según un análisis realizado por la Cámara de Comercio de Valencia.
El Reino Unido es un mercado clave para las exportaciones valencianas por varias razones: la mitad de los productos que consumen los británicos proceden de las importaciones; es un mercado de gran tamaño, tanto por su población (66 millones de personas, con una elevada urbanización), como por su alto poder adquisitivo y unas infraestructuras desarrolladas. En este contexto, el producto español es muy conocido y valorado por los británicos, con quien nos unen estrechos lazos desde el punto de vista socioeconómico a través turismo –tanto vacacional como residencial- y la formación. Por último, es importante recordar que el mercado británico es el principal destino de las inversiones extrajeras del capital español y valenciano.
¿Cómo serán las relaciones a partir de ahora entre la Comunitat y el Reino Unido? Hace sólo cuatro años, el mercado británico era el tercer destino de exportación de los productos valencianos, con un potencial de crecimiento elevado. Sin embargo, en 2020, ha pasado a situarse en quinta posición, por detrás de Italia y Estados Unidos. Buena parte de este retroceso se debe al sector del automóvil y de combustibles.
Otros sectores exportadores han sufrido igualmente la incertidumbre del proceso de salida, la depreciación de la libra, y finalmente, la caída de la demanda y la inversión como consecuencia de la pandemia del Covid-19, que está teniendo una especial incidencia en el Reino Unido.
Pero la empresa valenciana no ha de olvidar que el mercado británico, aunque es un mercado maduro y exigente, sigue ofreciendo importantes nichos de oportunidad en productos y servicios relacionados con la alimentación ligada a la salud (dietas veganas, frescos, productos ecológicos), moda y hábitat, digitalización, movilidad (vehículos eléctricos, emisión cero, existe apoyo gubernamental), energía sostenible, semimanufacturas ante el acortamiento de las cadenas de suministros, o el mayor dinamismo del Ecommerce en el último año.
Por lo tanto, la empresa que quiera seguir exportando al Reino Unido deberá adaptarse a las nuevas condiciones en las operaciones aduaneras con este país, dado que el mercado en sí (clientes, condiciones legales, competidores, etc.) van a seguir siendo similares, al margen de las consecuencias de la pandemia.
Los protagonistas en las actuales relaciones comerciales con el Reino Unido van a ser la nueva documentación, los procedimientos aduaneros, las certificaciones de origen y las futuras exigencias técnicas. Sin duda, las empresas valencianas que exportan a terceros países se adaptaran mejor que aquellas que solo venden en el mercado de la Unión Europea. Pero todas están disponen de organismos e instituciones (ICEX, embajadas, Cámaras de Comercio, Ivace Internacional), que ofrecen ayudas, guías y asesoramiento que les permitirán reducir costes e incertidumbre en los primeros meses de esta nueva etapa.
El acuerdo firmado es sólo el principio de las nuevas relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, ya que es un acuerdo vivo y la verdadera negociación empieza ahora. Ello implica que tanto las empresas como las instituciones deberán de estar siempre alerta de los futuros cambios y acuerdos a los que se lleguen.